Las obras del nuevo Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca) se pondrán otra vez en marcha. Después de casi un año y medio de que se paralizaran los trabajos, la Municipalidad llamó a licitación para la realización de tareas de albañilería en el edificio de Pellegrini entre Vera Mujica y Crespo. En esta etapa se invertirá poco más de un millón de pesos; no obstante, para terminar el nosocomio todavía se necesitan otros 25 millones de pesos. Con la ayuda de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el emprendimiento podría estar listo recién dentro de dos años.
Así lo anunció ayer el secretario de Salud Pública municipal, Miguel Angel Cappiello. "Para un trabajador de la salud, poder reiniciar las obras del nuevo Heca es un motivo de alegría y, además, una muestra de que Rosario sigue dando respuestas a las necesidades de sus habitantes", sostuvo.
Lo cierto es que, esta semana, la Municipalidad publicó el llamado a licitación para la realización de trabajos de albañilería en el edificio de Pellegrini y Vera Mujica. Las tareas consisten en la construcción de los contrapisos a nivel de suelo en todo el efector y de las losas de los entrepisos, para lo cual se asignó un presupuesto de 1.023.000 pesos.
"Según está previsto, las obras se pueden ejecutar en ocho meses. Si todo va bien, el próximo 14 de mayo abrimos los sobres de licitación y, a más tardar en junio, podrían empezar los trabajos", adelantó el coordinador de Obras Públicas de la Municipalidad, Oscar Borra.
Con esto, la administración de Hermes Binner estará un poco más cerca de concretar uno de los proyectos más ambiciosos y polémicos de su administración: el nuevo Heca. Cuando comenzó su construcción, el 12 de enero del 99, el intendente lo calificó como "el hospital más moderno del país" y aseguró que en tres años estaría habilitado.
Sin embargo, tanto la crisis económica argentina como los tires y aflojes entre el municipio y la provincia por los aportes que el gobierno santafesino había comprometido a estas obras, desalentaron estas pretensiones. Al punto de que, el 15 de enero del año pasado, se debieron paralizar los trabajos por falta de presupuesto.
En ese ínterin, el proyecto fue puesto más de una vez en tela de juicio. Los concejales de la oposición lo tildaron de una "obra faraónica", consideraron que la inversión proyectada era "desmesurada" y pronosticaron que el emprendimiento se convertirá en "un nuevo monumento al pozo".
Y las autoridades sanitarias de la provincia tampoco quedaron al margen de la disputa. Tanto es así que, a principios de este año, el ministro de Salud santafesino, Fernando Bondesío, amenazó que si el intendente le pedía dinero para esa obra, pasaría con una aplanadora por encima del nuevo Heca.
Hacia el siglo XXI
Sin atender a sus detractores, Binner no se cansa de repetir que el efector de Pellegrini y Vera Mujica será "el hospital del siglo XXI". Con más de 20 mil metros cuadrados de construcción, el nosocomio estará integrado en red con el resto de los efectores municipales y se convertirá en un centro de referencia para la atención médica de la región. El edificio alojará unas 200 camas y contará con seis quirófanos equipados con la más alta tecnología y guardias preparadas para tratamientos de shock.
Cuando se proyectó, el presupuesto total de la obra ascendía a 22 millones de pesos, cifra que tras la devaluación resulta difícil de recalcular. Lo cierto es que ya se invirtieron 8,7 millones de pesos y, actualmente, el hospital está ejecutado en un 40 por ciento.
"Ya está terminada la estructura de hormigón, el cerramiento vidriado y la iluminación y albañilería exterior. Y, ahora, con esta nueva licitación se concluirán los contrapisos a nivel de suelo y las losas para los entrepisos", explicó Borra.
No obstante, las tareas pendientes no son menores. Falta levantar todas las separaciones de tabiquería e instalar el sistema de aire acondicionado y los conductos para la provisión de oxígeno. Después quedará el equipamiento del nosocomio, pero para esto se reciclará gran parte de la aparatología del actual Heca.
Llevar adelante esta última etapa de la construcción demandará una inversión de 25 millones de pesos y otros 14 meses de trabajo.
Y para esto, la Municipalidad confía en que el Banco Interamericano de Desarrollo contemple el proyecto dentro de una línea de créditos destinados a los Grandes Aglomerados Urbanos (GAU).
Caso contrario, el ritmo de los trabajos dependerá exclusivamente de la capacidad financiera del municipio y, en esta situación, nadie en el Ejecutivo se arriesga a adelantar la fecha de finalización de la obra.
"Cuando vino a Rosario el director de proyectos del BID le presentamos la iniciativa, y actualmente se encuentra en una etapa de estudio técnico", aseguró Cappiello.
Empero, el funcionario no pudo asegurar si finalmente conseguirán el okey del organismo internacional. "Tengo la esperanza de que vamos a poder", se limitó a decir.