El tiempo no ha sosegado las desgarradas obras que Norberto Gómez realizó en los años crueles de la última dictadura y que hoy componen la muestra "Ejercicios materiales", inaugurada en la galería porteña Maman Fine Art (avenida del Libertador 2475). Si bien, la masacre continúa en todo el mundo, la matanza a la que ferozmente aluden estos "Ejercicios materiales", es como lo consignó el propio artista, de industria nacional. Veinte esculturas de resina poliéster pigmentada trazan esta barbarie argentina durante la época del Proceso militar. Están fechadas entre 1978 y 1983. En su momento la serie marcó un quiebre fundamental con la estética que le valió la obtención del premio De Ridder en 1976. Un quiebre que fue la respuesta visceral al tiempo de ignominia. La identidad de este horror es inocultable: osamentas, cuerpos desmembrados, carne lacerada, amasijos de entrañas sanguinolentas. Todo el repertorio del cuerpo sometido a tortura, aniquilación y muerte está presente en estos NN o "Sin título" a los que Gómez llamó objetos, renuente a designarlos esculturas. Gómez tuvo cómplices necesarios al tiempo de concebir esta serie. Fueron espíritus afines colegas (Juan Carlos Distéfano), galeristas (Gabriel Levinas y Alvaro Castagnino) y críticos (Martín Crossa). Estas complicidades eran heroicas en aquellos tiempos de represión. Pero Gómez no se limitó a dar corporeidad al cuerpo ausente, innominado. Desenmascaró la monstruosidad de la ignominia utilizando los símbolos de la cruz degradada en cuyo nombre se cometían los crímenes de lesa humanidad. Esta materia del horror pasado se reactiva con el horror presente. Mantiene intacto su valor revulsivo y su advertencia ética. Demandará tiempo y coraje auscultar la incidencia y entrevero entre las formas figurativas y las invenciones plásticas que disparan la metáfora expresiva. En la investigación deberán considerarse los símbolos sacros arcaicos (la cruz, la parrilla sacrificial de San Lorenzo) y los ritos bárbaros que Esteban Echeverría describió en "El Matadero". Pero no podrán soslayarse, por prioritarios, los testimonios de quienes padecieron el terrorismo de Estado en la década del setenta. Norberto Gómez nació en Buenos Aires en 1941. Su padre, inmigrante español, fue ebanista y su tío luthier. Estudió dos años en la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano, disciplina que abandonó para dedicarse a la construcción de stands, marquesinas y avisos publicitarios. En 1965 viajó a Europa y en París colaboró en el taller de Julio Le Parc. En 1991 obtuvo la beca John Simon Guggenheim.
| "Carcasa", una obra realizada en resina poliéster. | | Ampliar Foto | | |
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