Año CXXXVI
 Nº 49.825
Rosario,
domingo  27 de
abril de 2003
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Un relevamiento da cuenta de situaciones muy dispares
La actividad industrial regional quiere salir del pozo
Desde la devaluación, el uso de la capacidad instalada subió 17 %. Traccionaron agro y sustitución de importaciones

La última encuesta realizada por el Instituto de Estudios Económicos de la Fundación Libertad afirma la idea que ya se vislumbraba promediando el año respecto de una mejoría relativa de la industria de la región durante 2002. El informe final de la entidad aclara que utiliza la palabra "relativa" ya que "evidentemente la actividad manufacturera está pasando por un mejor momento que el verificado a finales de 2001, cuando el colapso de la economía nacional, y comparativamente se halla en una mejor posición que la del resto de las provincias". Pero, los niveles de los indicadores industriales más relevantes todavía se encuentran por debajo de los valores deseables.
El estudio revela que la utilización de la capacidad instalada (UCI) creció un 17% desde la devaluación del peso, y finalizó 2002 en un promedio del 64,6%. Este buen síntoma, sin embargo, "hay que ponerlo en su verdadero contexto", se aclara, ya que el registro de diciembre de 2001, en el que se basa la comparación, fue el más bajo de los últimos seis años. Además, el nivel alcanzado hacia fines de 2002, está 15 puntos porcentuales por debajo del máximo registrado en octubre de 1998. Asimismo, hace ya dos años que la utilización de capacidad instalada no logra perforar el promedio de la industria santafesina desde 1997 a esta parte, que se ubica en el 69,6%.
Las expectativas percibidas entre el empresariado regional se reparte en partes casi iguales de aquellos que se muestran entusiasmados con el horizonte económico de su sector, y aquellos otros para los que los meses venideros auguran más y nuevos problemas.
El 31% de las empresas relevadas en la encuesta expresó que la situación en los próximos meses será buena, pero un 32% manifestó lo contrario.
Sólo el 2% de las firmas consultadas planea incrementar sus volúmenes de producción el mes siguiente, mientras que el 41% ha programado reducirlos. Estos datos deben ser tomados con cautela puesto que este es un patrón repetido todos los años en función de la menor actividad registrada en los meses de verano en la mayor parte de los sectores de la economía, a raíz de las menores ventas y de las paradas en la producción planeadas para efectuar el mantenimiento correspondiente a las máquinas.
Un buen termómetro para medir las expectativas futuras, más allá de factores estacionales, lo constituye la tendencia de ventas. La misma resultó alentadora para el 32% de los encuestados, más que duplicando el nivel alcanzado a mediados de año. En tanto que sólo para un 3% de las compañías la tendencia de ventas se presenta desalentadora.
En cuanto a los niveles de stock, éstos resultaron elevados apenas para el 1% de las compañías y el 4% de ellas tiene previsto aumentarlos en los meses que vienen. El alto costo de inmovilización del capital y la falta de capital de trabajo continúan siendo las principales barreras que frenan la acumulación de stocks.
Por último, la incidencia de los costos financieros en los costos totales de la empresa resultó elevada para el 20% de las firmas consultadas, situación que parecería guardar relación con el casi nulo crédito bancario y el escaso acceso al crédito comercial.

Los sectores
El estudio de la Libertad analiza la situación de distintos sectores:
* Carne: durante el año 2002 se produjeron menores volúmenes de carnes rojas que en 2001. La demanda interna se vio afectada por la suba de los precios y el crecimiento de las exportaciones fue un proceso paulatino a lo largo del año.
* Lácteos: durante 2002, disminuyó del nivel de actividad por la menor disponibilidad de materia prima y la retracción del mercado interno. Las colocaciones externas mostraron un sustancial crecimiento.
* Aceites y subproductos: incrementó su procesamiento en función de la mayor disponibilidad de granos oleaginosos, fundamentalmente de soja.
* Bebidas: se registró menor producción de gaseosas, cerveza, y vino.
* Textil: a partir del tercer trimestre de 2002 tuvo una marcada recuperación, vinculada al agotamiento de los stocks existentes y la sustitución de importaciones.
* Artículos para el hogar: la producción presentó niveles muy bajos durante 2002. Sin embargo, los segmentos de línea blanca (heladeras, cocinas y lavarropas) y otros artículos para el hogar (aspiradoras, planchas, etc.) registraron mayores pedidos por sustitución de importaciones.
* Maquinaria agrícola: la actividad se mostró en franco crecimiento a partir de la devaluación.
* Máquinas herramienta: disminuyó la actividad aun cuando en los últimos meses del año pasado se observó una leve mejoría en los indicadores de producción.
* Petroquímica y manufacturas de plástico: registró un descenso vinculado con la profunda caída de la demanda interna.
* Químicos industriales: crecimiento por las mayores exportaciones y sustitución de importaciones.
* Hierro y acero: sostenido incremento de las exportaciones que han alcanzado una participación del 80% de las ventas.
* Autopartes y repuestos: enfrenta un panorama dispar, con buenas programaciones destinadas a las terminales que exportan o planean hacerlo, y niveles bajos para aquellos modelos que tienen el mercado interno como destino principal.



La industria sigue lejos del nivel previo al derrumbe.
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