Un cadete de la Escuela de Policía anoche estaba internado en un sanatorio céntrico luego de que denunciara que en la madrugada de ayer fuera vejado por tres compañeros mientras estaba en el baño de esa institución. Según indicó una fuente judicial, el aspirante a oficial aseguró que los agresores lo inmovilizaron y le introdujeron un objeto en la zona anal. Una fuente allegada a la investigación trató de restarle gravedad al episodio y planteó algunas dudas acerca de cómo ocurrió. El muchacho tiene 23 años y cursa el primer año en la Escuela de Cadetes de Policía comisario inspector Antonio Rodríguez Soto, que funciona en Alem 2050. Según el vocero consultado, el joven contó que a las 4 de ayer se levantó de su cama, ubicada en el pabellón que comparte con otros 140 aspirantes, para ir al baño. Cuando estaba en ese sitio fue inmovilizado por tres compañeros. "Lo tomaron de las muñecas y lo atacaron aparentemente con un cuchillo o una navaja en el pecho. Después cuando el muchacho no podía moverse le introdujeron un gotero de agua oxigenada en la zona anal", explicó el cadete en su declaración judicial. En su testimonio sostuvo que no pudo reconocer a sus agresores. Tras la agresión, la víctima, cuya identidad no trascendió, salió llorando del baño en dirección a la guardia de la escuela. Allí le contó al policía que estaba apostado lo que había ocurrido. Un rato después, el médico policial Ricardo Coloccini lo examinó y constató que el aspirante tenía "dos pequeñas fisuras en el ano y tres heridas cortantes superficiales" en el pecho. Luego fue trasladado al sanatorio Laprida, donde ayer al mediodía fue operado para suturarle la zona anal. Y anoche permanecía internado en ese centro asistencial con custodia policial. Ayer a la tarde, el jefe de la policía provincial, comisario general Ricardo Milicic, confirmó el episodio al que definió como "confuso y grave". Y dispuso que la Dirección de Asuntos Internos investigue el suceso a partir de un sumario interno. También ordenó que el joven reciba atención psicológica. "Todavía no prestó declaración en sede policial", señaló Milicic. Una fuente cercana a la investigación judicial deslizó sus dudas acerca de la veracidad del episodio. "¿Cómo es posible que no gritara cuando lo atacaron cuando el baño está cerca de la guardia y al lado del pabellón donde duermen los cadetes?", se preguntó el vocero consultado. El otro interrogante de los pesquisas está apoyado en la declaración del efectivo que estaba a cargo de la guardia. El uniformado aseguró que no divisó movimientos extraños en el momento del ataque sexual. Las dudas tampoco se disipan cuando analizan la contextura física del joven atacado y su personalidad. "Es un muchacho fornido y tiene conductas depresivas porque la madre padece una enfermedad terminal", confió la fuente consultada. Anoche, pese a reiterados intentos, La Capital no pudo contactarse con el jefe de la Escuela de Cadetes, comisario inspector Víctor Sarnaglia, para conocer su versión acerca del grave suceso, aunque una fuente extraoficial indicó que las autoridades planeaban dar a conocer un comunicado oficial, pero después prefirieron no hacerlo teniendo en cuenta que se trata de un delito de índole privada.
| La agresión ocurrió a pocos metros de la guardia. | | Ampliar Foto | | |
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