Buenos Aires.- Un matrimonio boliviano y su sobrino fueron hallados ayer maniatados, amordazados y apuñalados en una despensa de la localidad de Garín y los investigadores creen que el ataque lo cometieron personas de su entorno que los torturaron para que revelaran dónde guardaban el dinero de una transacción que acababan de realizar.
Fuentes judiciales y policiales informaron que no se descarta que además de las puñaladas las víctimas tengan otro tipo de lesión, lo que se determinará durante las autopsias.
El episodio fue descubierto en el barrio Cabot, de Garín, por la empleada de la despensa de las víctimas, quien encontró los cadáveres cuando entró al local asombrada porque todavía estaba cerrado al público.
El cuerpo apuñalado del dueño del comercio estaba maniatado y amordazado en el piso de la despensa, mientras que el de su esposa -el único que no tenía las manos atadas- estaba en la cocina de la casa situada detrás del local al público.
En tanto, en el living de la casa estaba el cadáver del sobrino del matrimonio, el que también se encontraba maniatado y amordazado.
La mujer avisó a la seccional de Garín, por lo que la policía, junto al fiscal de turno de Zárate Campana, Marcelo Pernisi, fue al lugar para realizar una inspección.
Especulaciones
El ataque se habría cometido anoche pasadas las 21, justo en el momento en que la familia cerraba las puertas de la despensa al público. Esa presunción se sustenta en que los comerciantes ya habían ingresado el cartel de promoción que tienen en la calle, aunque no habían llegado a guardar un soporte para que los clientes estacionaran sus bicicletas, que quedó en la vereda.
Los investigadores determinaron que el matrimonio asesinado había realizado ese día una transacción y que aparentemente había guardado el dinero en una caja metálica, que fue hallada vacía en la casa.
Los agresores, que para los pesquisas fueron por lo menos tres, no se llevaron cerca de 90 pesos que estaban repartidos en las billeteras de dos de las víctimas.
La principal hipótesis que guía la investigación es que los asesinos conocían a sus víctimas e ingresaron a la despensa con su consentimiento.
Una vez adentro, maniataron y amordazaron a los dos hombres, mientras que a la mujer la dejaron suelta para que les indicara dónde estaba e dinero, según sospechan los pesquisas. (Télam)