Washington. - EEUU detuvo cerca de la frontera siria a un ex jefe de los servicios secretos iraquíes que podría suministrar información sobre el presunto complot para asesinar en 1993 en Kuwait al ex presidente George Bush, padre del actual mandatario. Faruk Hijazi, quien también fue embajador de Irak en Túnez, era el tercer hombre en la jerarquía de la inteligencia iraquí en el momento del complot para asesinar a Bush padre en Kuwait. La sede del servicio de inteligencia fue luego bombardeada con 23 misiles de crucero por orden del entonces presidente Bill Clinton.
Hijazi "está bajo custodia", dijo la fuente que pidió no ser identificada. Hasta el mediodía de este viernes el Pentágono no había confirmado la información ni brindado detalles sobre la captura.
Hijazi no figura en la lista de 55 dirigentes del derrocado régimen de Saddam Hussein más buscados, de los cuales 12 ya fueron capturados. Pero su detención, que se produce tras la rendición del viceprimer ministro Tarek Aziz, conforta a las fuerzas estadounidenses en su búsqueda de los líderes iraquíes y de las armas de destrucción masiva. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld calificó la captura como "significativa". "Puede saber mucho", acotó el general Richard Myers, jefe del estado mayor conjunto estadounidense.
Tarek Aziz, ex viceprimer ministro iraquí y una de las figuras más influyentes del régimen, se rindió a las fuerzas estadounidenses, que no dieron precisiones sobre las circunstancias de la rendición. Los estadounidenses esperan que Aziz les brinde datos sobre el paradero de Saddam.
Con respecto a Hijazi, éste fue localizado en Siria por los servicios de EEUU el 16 de abril último cuando arribaba desde Túnez. Aparentemente buscaba refugio en Siria tras la caída del régimen iraquí. En las últimas semanas, Washington acusó a Damasco de dejar entrar a su país o proteger a responsables del ex régimen iraquí.
El proyecto de atentado contra Bush padre consistía en hacer detonar un vehículo cargado con explosivos en el momento de su llegada a Kuwait en abril de 1993. Se trataba de una visita con una gran significación simbólica porque era la primera que efectuaba al emirato tras su liberación mediante la guerra del Golfo de 1991, que había sido conducida por Bush padre.
Un oficial del Pentágono que pidió mantener el anonimato estimó ayer que Hijazi podría haber tenido lazos con redes terroristas cuando era embajador, porque aseguró que "los servicios secretos iraquíes eran en realidad una organización terrorista en la que las actividades pasaban por las embajadas". (AFP y Télam)
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