El gobierno nacional anunció ayer que trabajará durante el fin de semana en una propuesta de salvataje para los trabajadores y las rutas que opera la empresa aerocomercial Líneas Aéreas Privadas Argentinas (Lapa) y no descartó que pueda producirse un "aporte" estatal de capital. El ministro de la Producción, Aníbal Fernández, dijo anoche al término de una extensa jornada de deliberaciones dedicada a analizar el tema, que la estrategia oficial se concentrará en tres puntos: garantizar los puestos de trabajo, impedir el monopolio en el sector y continuar con las acciones legales contra los directivos de la empresa, a los que acusaron de actuar "en forma irresponsable". En este sentido, Fernández confirmó también que el lunes presentarán una denuncia penal contra los directivos de la empresa por sus responsabilidades en el manejo financiero de la compañía, que dejó de volar hace una semana luego de haber sobrevendido pasajes para la Semana Santa y de declarar que no poseía fondos para comprar el combustible de sus aviones. El ministro dijo también que la jueza que entiende en el concurso de acreedores de la empresa decidió ayer designar un interventor que se hizo cargo de la compañía. "La empresa está absolutamente comprometida", dijo Fernández, y señaló que "estamos tratando de diferenciar la situación, que no sea el Estado el que aporte para el beneficio de unos pocos, como ha pasado en este país con el club de los quebrados y si tenemos que invertir algún dinero que sea en beneficio de una estructura que le dé satisfacciones a los trabajadores". El anuncio oficial sobre la postergación de las definiciones la semana próxima, aunque con el compromiso de garantizar las fuentes de trabajo, marcó el cierre de una jornada que incluyó reuniones con los empresarios y los sindicatos, contactos con el ministro de Economía Roberto Lavagna y una conversación, en Olivos a media tarde, entre el presidente Eduardo Duhalde, la titular de Trabajo, Graciela Camaño, y el ministro Fernández. De las negociaciones oficiales participaron, además, el presidente del directorio de Lapa, Mario Folchi; el director ejecutivo recién renunciado, Ricardo Arena, y Marcelo Den Toom, apoderado de Eduardo Eurnekián, dueño de la compañía hasta hace seis meses. El clima vivido tanto en el interior de la cartera de la Producción como en el exterior fue lo suficientemente espeso como para que Folchi optara por retirarse escondido en un automóvil y custodiado por policías con el objetivo de evitar ser reconocido por los trabajadores que seguían las negociaciones en la puerta. Durante la reunión con los funcionarios oficiales, Folchi reiteró su propuesta de decretar la quiebra de la empresa y suspender las operaciones por 30 días para, en ese plazo, establecer un nuevo gerenciamiento por seis meses y luego vender la compañía. Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo calificaron a la propuesta como "un mero ejercicio intelectual" y consideraron que la alternativa empresaria no garantizaba ni el financiamiento, ni el mantenimiento de los puestos de trabajos ni la viabilidad operativa de la empresa durante esos seis meses. (DyN)
| La empresa Lapa tiene un total de 800 trabajadores. | | Ampliar Foto | | |
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