"Nosotros no vamos a hacer un music hall; eso lo hacen en los Estados Unidos o en el Lido de París. Lo que estamos montando en Rosario es teatro de revistas; es una tradicional revista porteña, un género que por sus características es único en el mundo", expresó a La Capital el coreógrafo y director teatral Eber Lobato, a propósito de los preparativos que se llevan a cabo para estrenar, a principios de junio en el teatro Broadway y con un elenco de bailarines y actores locales, su creación "¿Por qué no?".
Extenuantes ensayos se llevan a cabo durante tres días a la semana en la sala de calle San Lorenzo al 1200. Casi cuarenta bailarines ejercitan sus evoluciones sobre el escenario mientras Lobato, uno de los históricos del género revisteril, enfundado en su gorra roja con visera, vigila cada movimiento de los jóvenes.
"Al hacer el casting en enero, nos propusimos que la gente fuera toda nueva y mayoritariamente de Rosario, con sólo uno o dos artistas de Capital Federal, los que tampoco son figuras de las llamadas conocidas", comentó Lobato.
Un cerrado hermetismo reina en torno a este espectáculo cuyos ensayos se desarrollan a rigurosas puertas cerradas. Sasha, una bailarina capitalina que integró hasta hace poco el grupo Las Guerreras, será la primera vedete del espectáculo. Marcelo Josset, un joven seleccionado en el casting, será el humorista principal de un quinteto que aún no fue definido.
"«¿Por qué no» es el nombre de un espectáculo que presenté en el Lido de París hace un tiempo y jugamos con ese título y con la idea de por qué no podíamos hacer algo como esto con un elenco de gente desconocida", señaló este director que también alguna vez incursionó en el canto y en la realización cinematográfica y que está ligado desde siempre al espectáculo revisteril por haber sido el esposo y coreógrafo de Nélida Lobato, la vedete que se constituyó en un símbolo del género.
Revista era la de antes
Los ensayos son un mundo aparte. Sobre el escenario las evoluciones de los bailarines llenan de movimiento el teatro. Entretanto, Lobato puede dialogar con la prensa y corregir algún error del elenco al mismo tiempo. Su experiencia internacional le permite afirmar que "la revista argentina es la revista porteña, algo que en la actualidad no se ve, con los capocómicos como Drigue Farías. Ahora esos capocómicos son Artaza, Cheruti, Corona, que no son ni mejores ni peores sino distintos".
Para Lobato, "los actuales son muy buenos -porque para encabezar una compañía hay que serlo realmente-. Antes era difícil pedirle al humorista cabeza de compañía que salga a hacer una cortina del final contando chistes, mientras que ahora lo difícil es pedirle al que cuenta chistes que haga un sketch. Son distintos estilos".
En relación con el casting efectuado en enero en Rosario para constituir el elenco, el director manifestó: "Una de las cosas que pretendía era tener (risas) la suerte que tuvo el que en su momento lo descubrió a (Alberto) Olmedo. Si hoy tengo gente de notable calidad en este elenco, no es casualidad. Esta ciudad siempre produjo gente talentosa".
Lobato dejó en claro que "yo no vengo a Rosario como maestro de nada sino a descubrir el talento que ellos mismos tienen y que puede servirles para que ellos mismos se atrevan a trabajar después de esto sin mí, con otra gente".
Siguiendo con su análisis del género revisteril, el realizador opinó que "en la Argentina lo que falta es el buen director de revista como lo había en otros años. Ya no hay más Marcos Gronember, Carlos A. Petit...mucha gente que dirigía y escribía especialmente para revista. Ahora no los hay y lo que se usa es el libretista y el coreógrafo de televisión puesto a hacer revista".
Sobre la obra que estrenará en junio en el Broadway, Lobato destacó que el esquema general de "¿Por qué no?" contempla una mezcla de cosas y estilos de la revista de la época de oro, con el lenguaje actual del género. La idea es que los jóvenes que no la vieron nunca puedan saber qué corno es eso de lo que tanto se habla, esa cosa a la que en otros años no los dejaban entrar o sus padres no los hubieran dejado ir porque era un género prohibido".
El secreto es sorprender
"Entre los cuadros que voy a poner en escena -continuó diciendo Lobato- hay uno que marca mi sentido de lo que es la esencia del género hoy: la espectacularidad. Lo importante en esto es sorprender, apelar a afectos especiales, a lo inusual. Una de las cosas que pensamos montar es un cuadro con música y sketches sobre la Edad de Piedra, en el que vamos a poner toda una cascada real en el escenario. Me hice fama de creador, así que está en mi buscar algo nuevo para cada espectáculo".
Tras definirse como "alguien que hizo y hace un poco de todo", el coreógrafo consideró el género revisteril debe caracterizarse por la frivolidad. "La vedete debe seducir antes que a nadie a las mujeres presentes en el teatro -dijo-. Al hombre ya lo tiene ganado de entrada con su belleza, así que tiene que lograr que la esposa le permita al marido aplaudir. Esa el labor del coreógrafo, algo que no veo actualmente y que por supuesto voy a poner en práctica aquí, aunque este es un elenco totalmente nuevo y todavía nos tratamos todos de usted".