La senadora Cristina Fernández de Kirchner restó importancia al crecimiento en las encuestas de Ricardo López Murphy y relativizó aquellos sondeos que ubican al economista liberal en el ballottage junto con Carlos Menem, un escenario que, según ella, sería el ideal para el establishment. "Los grupos concentrados apuestan a una final en la cual los dos candidatos sean del propio palo. Pero yo estoy convencida de que los argentinos no se van a suicidar en masa", evaluó la senadora. Sin embargo, dijo que el próximo domingo, de acuerdo a los datos que maneja, los que irán a una segunda vuelta serán su esposo y el ex presidente.
Con voz disfónica y ataviada con un impecable tailleur rojo, esta vez Fernández de Kirchner evitó enfrascarse en una nueva polémica con el gobernador Carlos Reutemann. "Fue una reunión entre dos dirigentes. No tengo más comentarios", cerró, contundente, cuando le pidieron una evaluación sobre la reunión en Rosario entre Menem y el Lole, el sábado pasado.
Sin título
Ante la insistencia, la senadora hizo una mueca que intentó disfrazar su fastidio. "Sabía que me iban a preguntar sobre eso. Si vinieron a buscar un título, vayan a buscarlo a otra parte", amonestó a los periodistas que cubrieron ayer una rueda de prensa en un hotel del macrocentro rosarino, poco antes de que Fernández de Kirchner encabezara una reunión con militantes y dirigentes que apoyan la candidatura de su esposo.
Cuando todo parecía ya olvidado y la conferencia transcurría sobre otros tópicos de la campaña, una nueva pregunta la devolvió a la cuestión Reutemann. Por la mañana, el gobernador, recordando su contrapunto verbal con la senadora, dijo en tono campechano que todavía tenía los dedos de "la Cristina" marcados en la cara. "No voy a contestar sobre cosas que no he escuchado, me parece poco serio hacerlo", insistió. A su lado estaban los diputados Julio Gutiérrez y Jorge Obeid, quienes no pudieron ocultar ciertos movimientos inquietos ante esas preguntas.
Fernández de Kirchner reflexionó que la del domingo es una elección "crucial" en la que se debaten dos modelos de país contrapuestos: el que encarna el ex presidente Menem, que comenzó con la dictadura y que profundizó el riojano en la década del 90; y el de la producción y del trabajo, "que es el proyecto que nosotros impulsamos".
Hacerse cargo
Al volver a la carga contra López Murphy, dijo que el crecimiento del ex ministro de la Alianza, más que ir en detrimento de las chances de Kirchner, se ubica en sintonía con el que propone Menem: "Cada uno debe hacerse cargo de lo que hizo (en referencia a su paso por el gobierno de De la Rúa) y no ponerse ahora la piel de cordero".
Ante la hipótesis de un eventual ballottage entre Menem y López Murphy, la legisladora santacruceña desechó esa posibilidad y dijo que, en todo caso, ese es el escenario ideal con el que sueñan los grupos de poder, sobre todo el financiero. "Pero no creo que los argentinos se suiciden en masa", se consoló.
En ese sentido, señaló que no le asusta tanto la cantidad de indecisos que marcan las encuestas a pocos días de las elecciones, sino la orientación de los votantes que se inclinan por Menem o López Murphy. "Me sorprende más que todavía haya argentinos que estén dispuestos a votar a los que se robaron el país", remató la senadora.