El candidato presidencial por el Movimiento Federal Recrear, Ricardo López Murphy, consideró ayer que accederá a la segunda vuelta porque los demás postulantes "estuvieron distraídos peleándose entre ellos y crearon el espacio para el crecimiento" que su sector viene experimentado. De todos modos, aseguró que si accede al ballottage deberá enfrentar a los peronistas, que se encolumnarán detrás de su postulante, que -evaluó- será Carlos Menem. "Imaginamos una segunda vuelta muy difícil y exigente con Menem, pero confiamos en que la gente irá entendiendo cada día más nuestra propuesta, y entonces llegar a la Presidencia sabiendo que nos va a tocar una de las peores crisis de la historia", sostuvo el ex ministro. "Calculo que el error que cometieron de desunirse, esa orgía de impunidad política que dieron al hacer creer que iban a convertir la elección nacional en una interna del justicialismo, fue un grave error político, y ahora lo están pagando", advirtió. López Murphy dijo además que todos los demás candidatos "no nos prestaron atención durante mucho tiempo", pero que "ahora nos hemos convertido en un adversario de cuidado". También recalcó sus diferencias con Menem al afirmar que "tenemos distintas visiones de lo que ocurrió en los 90; tenemos una visión institucional muy distinta y un proyecto muy distinto", enfatizó. Al ser consultado si, en caso de ganar, le sería imposible mantenerse en el poder por la oposición del peronismo, López Murphy recordó que "la Constitución no dice que tiene que gobernar un justicialista", aunque reconoció que "en la hipocresía y el cinismo político argentino está la idea de que eso es así, y que si no nos pueden parar en la primera o en la segunda vuelta, nos van a parar en la tercera, con la revuelta". Sin embargo, aseveró que "vamos a demostrar que el estado de derecho tiene los instrumentos y medios para no ser desalojados por patotas, por actos mafiosos o por puebladas". Al referirse a su plataforma política, desestimó que vaya a realizar nuevos ajustes, que acepte las imposiciones del FMI o que se lo visualice como personero de los grupos concentrados de la economía y las finanzas, ya que "si fuera así -dijo- no me va a votar ni mi mamá". En ese contexto, desmintió tener planeado el despido de 250 mil empleados públicos y dijo que su proyecto para la Universidad contempla que los estudiantes de mayores recursos "deben hacer una contribución para formar un fondo de becas para las personas que tengan menores ingresos".
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