El libro en el ámbito escolar

Silvia de Veinstein forma parte de la comisión de educación de la Fundación El libro, organizadora de la feria. Habló con La Capital y explicó por qué lo educativo tiene un lugar de privilegio en la exposición. También señaló la necesidad de un mayor compromiso de toda la sociedad en este terreno.
-¿Cuál es el eje de las actividades educativas en la Feria del Libro de este año?
-En las trece actividades que se organizaron el objetivo es facilitar a los docentes los diferentes diálogos con personas que pueden ser referentes para su labor. También conviven varias misiones: una es conocer libros, ya que hay muchos autores y pueden verse todos juntos; otra, valorarse distintas metodologías y también promover intercambios. Además, están por segundo año consecutivo, las jornadas de orientación para educación, salud, trabajo y solidaridad, para que los docentes puedan ver que también intervienen en la salud física y social. Es una manera de mostrar que la educación no es un programa sino es un currículum que se construye con los distintos saberes científicos, lo cual es responsabilidad de todos.
-También hay un espacio para el tratamiento de las nuevas tecnologías en la educación. Esto de algún modo, ¿no compite con el libro?
-Se ha hecho mucho para difundir el libro pero también son válidas las nuevas formas de transmitir el saber. Por eso está incluido el tema, ya que la Feria del Libro se compromete con el país y la educación.
-El ámbito educativo es uno de los lugares donde más circulan las fotocopias, dado que los precios de libros muchas veces no pueden ser costeados. ¿También va en detrimento del libro?
-La fotocopia es ilegal, uno no toma contacto con todo el autor y a la vez se enseña la estafa. Si fuera un país que aprendiera a administrar sus recursos, los libros serían más baratos. También el gobierno tendría más disponibilidad para adquirir libros y repartirlos como se hace en México. Creo que si existiera una buena administración de recursos estarían en las bibliotecas o se reciclarían de un año a otro.
-¿Este cambio depende de las editoriales?
-Creo que todo depende de todos. Estamos en una época donde lo lineal no existe más. En la medida que haya más calidad en nuestros gobiernos, más prestaciones y un pueblo que se sienta más comprometido y no desconfíe de los políticos y la justicia, entonces también la política educativa estará acorde a esa posibilidad de fe, de convicciones y de esperanza que permitirá un reparto más igualitario de los recursos. El libro jamás tendría que ser de adquisición difícil, pero las empresas tienen que subsistir.