Pedro Squilacci / La Capital
Lola Berthet no resulta un nombre familiar para los televidentes, y quizá mucho menos para los que gustan del cine argentino. Sin embargo, si se la ubica como la que hizo el personaje de la mucama Rita, en la temporada anterior de "Son Amores", o Sandra, la chica de las trencitas de "Costumbres Argentinas", la actriz se torna fácilmente reconocible. No solo eso, ahora esta joven de 25 años, feucha, simpática y desinhibida está filmando una película en la que hará un protagónico junto a Graciela Borges. Nada menos. Pese a su buen momento, Berthet no se la cree. Ella afirma que participar de buenos programas fue apenas una casualidad, y que jamás se enganchó en un proyecto pensando en el rating: "Nunca espero los éxitos. Si querés armar un programa para que sea exitoso vas al cementerio", graficó en diálogo con La Capital. Lola pasa más de doce horas por día grabando para la tira de Ideas del Sur, que arrasó con las mediciones en todo el verano hasta la irrupción de "Son amores", el tanque de Pol-Ka cuyo staff integró el año pasado. En un alto de su trabajo, y mientras viajaba de un lugar a otro para grabar exteriores, se prestó para este reportaje, en el que habló de su carrera y de sus proyectos. -Tu personaje en "Costumbres..." es una adolescente inmadura que siempre tiene su toque humorístico en el programa. ¿Te lo propusiste o salió de esa manera? -Y... debo ser así nomás (risas). -¿Te gusta hacer este papel? -Me encanta, me siento recómoda. Además puedo hacer las maldades que no podía hacer cuando era chiquita. O sea, Sandra tiene mucho de mí, pero también tiene mucho de lo que yo no pude mostrar de mí. -¿Pensaste que esa tira se convertiría en un éxito? -No, nunca se espera un éxito. Si querés armar un programa exitoso vas al cementerio. Esto salió así y estoy recontenta que la gente haya respondido a una propuesta tan interesante. -¿Es casual que últimamente te subas a todos los programas que copan al rating, o elegís tus laburos? -Y bueno, salió así. Pero lo piola es que siento que es producto de mi laburo, de mucho trabajo. Y eso me pone bien. -Rita en "Son Amores" era una mucama recolgada y ahora Sandra en "Costumbres..." se siente que es Bo Derek. ¿Siempre te tocan personajes fronterizos? -Sí, porque siempre fui traviesa y zarpada. Uno siempre le pone al personaje un poco de uno. Es decir, componés a otra persona que en el fondo no es más que otra faceta de vos mismo. -¿Cómo tomaste los ejemplos de la década de los ochenta, en cuya etapa está ambientada la tira. Por tu edad, a vos esa década te marcó o te pasó por el costado? -Mirá, en los ochenta yo tenía tres años. Así que me llevo de los ejemplos que me cuenta la Picchio (Ana María), o Carlitos (Calvo), que sé que la pasaron muy difícil. -¿Qué ves en los ochenta que no tenga esta época? -Lo que veo que fue una época tan interesante como fulera. Lo que hago en esta tira me sirve porque me permite sentir piel a piel lo que había vivido la gente en esa etapa. Aunque nosotros, en los 2000, también tenemos lo nuestro. -¿A qué te referís puntualmente? -Y, yo tengo 25 años y ya vi un presidente que declaró un estado de sitio, vi gente morirse en Plaza de Mayo, y participé de cacerolazos, algunos -sobre todo los primeros- fueron espontáneos y alucinantes. Son etapas distintas, pero también difíciles. Es más, por momentos parece que el tiempo retrocede. -¿Te sentís enrolada entre esos actores atípicos que aparecieron últimamente en las tiras y pegaron mucho, como el caso de Carlos Velloso que irrumpió como "El vasquito" en "Campeones" y no paró de trabajar? -Eso está bueno, porque le llego a la gente por mi laburo. Y para mí, eso es lo más importante, es como decir: "Objetivo cumplido". -¿Por qué te fuiste de "Son amores", te cansó la tira? -No, me fui porque sentí que se había terminado un ciclo. Y esto era divertido, diferente. Me jugué por otra cosa. -¿Qué te dejó ese primer ciclo trabajando con Pol-Ka? -Aprendizaje, eso me dejó Pol-ka. Además me divertí mucho. También, la productora de Suar me demostró la capacidad que tienen para generar todo un ámbito de confianza con el actor y permitirle improvisar cuando es necesario, o cuando simplemente alguien lo propone. Y como si fuera poco me dejó dos amigas excelentes como Claudia Fontán y Carla Peterson. -¿Estás trabajando en teatro? -No, estoy apostando al cine. -¿Esto se da a partir de que se hizo conocido tu personaje en "Son amores"? -No, en cine hice cosas importantes antes de "Son amores". Fue en la película "Un día de suerte", de Sandra Gugliotta, donde hacía de una marginal, y ahora, en "Perro Amarillo", que estoy filmando con la misma gente de la producción de "Costumbres Argentinas" (ver aparte). -¿Es verdad que estás trabajando junto a Graciela Borges? -Sí, hay una película de Sergio Vizzio, que se va a llamar "Disfraz", y yo hago el protagónico junto con Graciela Borges. Tiene un guión muy zarpado, muy loco, y para mí es muy interesante porque en mi corta carrera ya laburé con tres monstruos, como la Picchio, Solita y María Valenzuela, y ahora estoy en una peli con otra grande, como la Borges.
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