Asaltan y balean a un publicista en el Village

Un publicitario fue baleado tras ser asaltado por dos jóvenes en la playa de estacionamiento del complejo de cines Village, en la zona oeste de la ciudad, cuando bajaba del auto. A pesar de que el conductor entregó a los maleantes un valioso reloj pulsera, recibió un balazo en una pierna.
El ataque ocurrió a las 18.15 de ayer en la playa de estacionamiento del complejo de Eva Perón al 5800, a unos 30 metros del portón de acceso y en un sitio custodiado por vigiladores privados.
Mario Borgonovo, de 49 años, es el propietario de una agencia de publicidad que lleva su nombre. Había ido con su esposa a ver la película "Chicago". Apenas detuvo su auto en el playón de estacionamiento, su mujer se bajó del vehículo y el publicitario se demoró escuchando "un comentario en la radio".
Casi al mismo tiempo dos muchachos esperaban el momento oportuno para entrar en acción. Cuando Borgonovo apoyó una de sus piernas en el pavimento, los delincuentes de "unos 25 años" lo encañonaron con un arma. "Dame el reloj", gritó uno de los asaltantes y el empresario no dudó en obedecer.
"Me lo pidieron y se los di sin resistirme", explicó anoche Borgonovo a La Capital cuando salía del Sanatorio Centro, donde fue atendido.
Apenas extendió su mano para entregarles su reloj Rolex, uno de los ladrones gatilló el arma. Y enseguida un balazo atravesó la pierna izquierda del publicitario. Tras el ataque, los dos jóvenes salieron corriendo. A unos 30 metros de allí se subieron a una moto que estaba estacionada cerca de una parrilla y era guiada por un cómplice.
Los maleantes desaparecieron y Borgonovo quedó herido. En ese momento arribó un custodio privado y luego un móvil del Comando Radioeléctrico.
Borgonovo tiene una idea sobre cómo se desencadenó el atraco. "Me siguieron cuando paré en el semáforo que está delante de la vía (sobre Eva Perón, 50 metros antes del ingreso principal al complejo) porque vieron el reloj que vale tres mil dólares", explicó.
Anoche, el gerente del complejo, Román Degrati, rehusó dar explicaciones del grave ataque ocurrido allí. "Me están llamando a mi domicilio particular. No sean imprudentes. Llamen mañana a mi oficina", dijo antes de cortar.