Dos certeros disparos en el pecho le robaron la vida a un hombre de 22 años que quiso detener una pelea entre dos violentos chicos armados y un muchacho. Los tiros dejaron tendido en el suelo a Guillermo Segovia, junto a su esposa y su hija de 5 años. El estampido atrajo a otros testigos que se acercaron desde la misma fiesta de la que salía la familia, en un pasaje ubicado a la altura de Moreno al 6400, en villa La Granada. El homicida y su compañero tienen 14 y 16 años y ayer habían logrado escapar de la policía, que fue a buscarlos a sus casas.
Segovia vivía con su familia a pocos metros de donde cayó mortalmente herido. Había ido a una fiesta en una casa de familia, en pasaje 518 al 6400, a la vuelta de su casa. Un cuarto de hora después de las 2 salió a la calle con su mujer, Rosario Alvarado, de 23 años, y con la hija de ambos caminaron unos metros.
Iban hacia la esquina, donde había tres muchachos. Dos de ellos, adolescentes conocidos en el barrio, enfrentaban al tercero en una discusión. Cuando Segovia los vio, uno de los dos chicos sacó un arma y comenzó a pegarle al muchacho que estaba solo.
"¡Bajá el arma, que hacés!", intentó detenerlo el hombre. Pero el joven armado se dio vuelta y le descerrajó dos tiros con un arma calibre 22 como única respuesta.
Segovia cayó en el piso ensangrentado con dos disparos sobre sus pectorales. Los vecinos intentaron ayudarlo. Apenas llegó con un hilo de vida al Hospital de Emergencias, donde murió por las heridas.
Historia de un absurdo
La esposa de Segovia y otros muchachos testigos del homicidio, que intentaron ayudar al herido, fueron los primeros en contar a la policía la historia del absurdo y brutal ataque. Exactamente lo mismo declaró ante la policía Ramón Sánchez, de 18 años, el muchacho que era víctima de la golpiza del dúo.
Sánchez sufrió una herida en la cabeza, con un corte, por el cual lo atendieron en el Hospital Roque Sáenz Peña.
El homicida y su compañero fueron identificados con facilidad, porque el ataque ocurrió frente a numerosos testigos y los dos atacantes eran conocidos en el barrio. Voceros de la investigación indicaron que el chico que disparó contra Segovia tiene 14 años y es hijo de un hombre relacionado con la venta de drogas en el barrio. El otro chico, apodado Pirincho, tiene 16 años y tampoco es desconocido de la policía. Los dos menores fueron buscados en sus domicilios por el personal de la subcomisaría 19º y la brigada de Homicidios, pero no fueron hallados. Ambos se encuentran prófugos.