| | Pidiendo el voto: Por un nuevo contrato social
| Ricardo César Terán (*)
Es para nosotros prioritario restablecer objetivos nacionales comunes, concurrentes y por tanto estratégicos de la sociedad sobre la base de la acción política activa del pueblo en su conjunto. Este objetivo política importa una revolución: un nuevo contrato social -expresado en una nueva constitución política- con el objetivo de recuperar la República y lograr una distribución justa de la renta nacional. Para ello deberemos tener en cuenta la necesidad de asegurar el abastecimiento y la reactivación del mercado interno para lograr el pleno empleo y la subsistencia de nuestro pueblo sobre la base del autoabastecimiento y la exportación de los excedentes de producción, planificando la misma, tanto en relación a los productos exportados como al destino de los mismos siguiendo una política idéntica para las importaciones en el afán de procurar un comercio exterior multirregional como instrumento de un proyecto autónomo de Nación; reactivar la industria nacional principalmente en áreas estratégicas y de investigación apuntalando el crecimiento de las economías regionales a través del apoyo a la llamada "economía de base social" y mipymes a partir de la utilización de las riquezas naturales con un criterio de desarrollo sustentable. Se deberá invertir la línea rectora de la política impositiva, y se deberá desgravar la producción y el consumo, desalentando la especulación y la acumulación de capital improductivo y su huida fuera del país, apuntando también a la simplificación de las mecánicas recaudatorias.Otra medida a tomar es la de propender a la autonomía municipal absoluta, otorgando a los mismos la potestad recaudatoria, a fin de invertir la nefasta concentración de la coparticipación en el Estado nacional, lo cual es retornar al principio fundante la Nación. El crédito es la base de toda sociedad y por eso se deberá propender a una política crediticia que gire sobre el interés del hombre concreto, para lo cual la banca pública y regional será la base de acción, por lo cual rechazamos totalmente cualquier pretensión de privatización del Banco Nación y ratificamos la necesidad de devolver al Estado nacional el control efectivo del BCRA. Esta política crediticia necesariamente descansa sobre la concepción que el hombre concreto debe ser mensurado sobre su potencialidad económica. El crédito debe ser la medida de la potencialidad económica de una sociedad y no cristalizarse sobre el eje de la riqueza acumulada, que en un modelo de transferencia como el actual será necesariamente siempre escasa, y en este sentido será necesario destruir los drenajes económicos que perpetúan nuestra dependencia y dañan la esencia de la República como lo es la deuda externa, de la cual se deberá determinar el verdadero monto. El bienestar de la comunidad tiene exigencias urgentes, como lo es la seguridad pública. En este sentido es necesario recalcar que el control de la misma corresponde exclusivamente a las fuerzas policiales y no a las Fuerzas Armadas -cuya función es la defensa nacional- o de seguridad. Una política de seguridad que sea efectiva debe priorizar la prevención por sobre la represión; no obstante debe eliminarse la visión zaffaroniana del derecho penal, reemplazándola por el respecto irrestricto a la letra de la ley mediante una interpretación ajustada a ella. Al delito sólo la ley podrá oponerse. (*) Candidato a presidente por el Movimiento por la Dignidad y la Independencia
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