El actual quíntuple campeón mundial, el alemán Michael Schumacher, con Ferrari, ganó ayer el GP de San Marino, cuarta fecha de la temporada, horas después de sufrir la pérdida de su madre, Elisabeth. Schumacher fue escoltado por el finlandés Kimi Raikkonen (Mc Laren), mientras que la tercera posición fue para el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari) y el cuarto lugar para Ralf Schumacher (Williams). Sin embargo, el primer triunfo del año para el alemán y para Ferrari llegó entre lágrimas y en uno de los días más tristes de su vida, ya que horas antes de comenzar la competencia su madre moría en Colonia. El éxito de ayer le permite a Schumacher recortar distancias en el campeonato mundial, liderado por Raikkonen con 32 puntos. Los hermanos Michael y Ralf Schumacher -cuarto ayer-, que lograron el sábado la primera y segunda plaza en la parrilla de salida, habían volado anteayer a Alemania en el jet privado de Ralf para estar con su madre tras la sesión de clasificación, y regresaron a Imola por la noche tras apenas tres horas y media en su país. En la mañana de ayer, cuando se conoció la muerte de su madre, los hermanos Schumacher confirmaron que pese a todo competirían en Imola. Elisabeth Schumacher murió en una clínica de Colonia a los 55 años de edad, después de ser ingresada hace unos días a causa de hemorragias internas. Tras ser sometida a una operación de urgencia, la madre de los pilotos cayó en coma. Los tres comisarios de carrera comunicaron que los hermanos Schumacher eran liberados de todas las obligaciones que impone el protocolo. "La fuerza mental de los muchachos es gigantesca, inapreciable", elogió el hombre fuerte de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Pese a que cumplió con el deber de estar en el podio, Michael Schumacher voló junto con su hermano rumbo a Colonia, evitando la habitual rueda de prensa tras una carrera. El francés Jean Todt, jefe de equipo de Ferrari, reemplazó al piloto. Tras tres desilusionantes carreras y el peor inicio de temporada de su carrera, Schumy mereció ayer la conquista de su GP número 65. Concentración total, la velocidad de su Ferrari y tres perfectos ingresos a boxes fueron las razones del éxito. La estrategia de las flechas de plata de McLaren-Mercedes de pasar sólo dos veces por boxes no funcionó. Tras 1 hora, 28 minutos, 12 segundos y 58 milésimas, Schumacher cruzó la meta cómodo, permitiendo que Raikkonen se acercara a 1,882 segundos en el final. Barrichello llegó a 2,291 segundos del alemán. El Ferrari F2002, que utilizó para ganar hace un año en Imola, fue "jubilado" así como quería Schumacher, con un triunfo. Sólo en el duelo de largada perdió ayer el pentacampeón mundial. Ralf lo superó con su Williams-BMW apenas comenzó la carrera. Pero el mayor de los Schumacher no estaba dispuesto a dejar escapar su primera victoria del año. Atacó dos veces, sin éxito, mientras Barrichello seguía el duelo de hermanos desde la tercera posición. El momento del campeón mundial llegó entre las vueltas 16 y 18, cuando el cuarteto fue ingresando alternativamente en boxes, proceso del que salió como líder. Mientras su hermano Ralf perdía valiosos segundos en el cambio de neumáticos, Michael capturaba la punta gracias a haber esperado dos vueltas más para detenerse y luego se dedicó a mantenerla hasta el final para conseguir la victoria en uno de los días más tristes de su vida. (Télam)
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