Bajó de precio del pescado por la falta de ventas

Las subas habían llegado al 70% y la demanda se vino al piso. Industriales dicen que es un "producto exportable"

Las principales cadenas de supermercados y centros comerciales bajaron los precios del pescado y productos tradicionales, al advertir la escasa venta. El fenómeno se debió al fuerte incremento en los valores desde la última semana, según informaron organismos defensores de los consumidores.
La titular de la Asociación de Defensa del Consumidor (Adelco), Patricia Vaca Narvaja, atribuyó la baja en el precio del pescado registrada ayer "a que los clientes no compran esos productos, enojados por los altas subas", en los últimos meses superaron en ese rubro, según un relevamiento periodístico, el 70 por ciento de aumento.
"Lo que pasa es que se están dando cuenta del 30 por ciento de la caída en las ventas que han tenido en los últimos tiempos", indicó Vaca Narvaja.
Asimismo reveló que "llamó la atención que el Viernes Santo hayan aparecido muchísimas más ofertas de pescado en todos lados" y consideró que "es bueno" que los centros comerciales "se pongan a tono y empiecen a bajar los precios" en concordancia con el poder adquisitivo de la gente.
El cambio de actitud de último momento obedeció al fracaso comercial que representó el aumento de hasta el 70 por ciento que presentaron algunas especies, lo que obligó a varias familias a dejar a un lado la tradición de preparar comidas con pescado como ingrediente principal para la Semana Santa.
Para justificar esos aumentos desde el sector industrial se señaló en un primer momento la condición de "commoditie" que rige sobre los productos del mar, las malas condiciones que debe encarar el sector pesquero y la escasez de materia prima en los puertos argentinos.
Tras la devaluación, la mejor opción para los armadores y la industria está vinculada a la exportación, motivo que obliga a las pescaderías a verse perjudicadas con la compra de productos que resultan de inferior calidad a la comercializada dos años atrás.
Al respecto, los aumentos de precios impulsaron un cambio en las dimensiones de los filetes a adquirir. Actualmente, las pescaderías deben comercializar un filete promedio de cien gramos y en algunos casos se pueden obtener piezas de hasta 180 gramos; cuando lo normal -según admiten en los comercios- era recibir un filete por arriba de los 200 gramos.
En el sector también se advirtieron casos de incrementos de hasta el 70 por ciento en los precios mayoristas, hecho que obliga a las pescaderías a transferir parte de los ajustes al consumidor.
La industria pesquera desde comienzo de año viene imponiendo una tónica alcista en los valores de sus productos, hecho que es justificado por el concepto "el pescado es un bien exportable y fijado, por ende, a valor dólar". Observación que es apoyada por la idea de que la demanda podría ser afectada por la "escasez" de productos marinos.

La polémica por el precio, un clásico de la Semana Santa.