Alejandro Cachari / Ovación
La sugerencia, la tendencia, hasta los prejuicios empiezan a transformarse en realidad: Guillermo Coria camina inexorablemente hacia el número uno de Argentina. Es probable que las contingencias que tuvo que vivir el Mago en su carrera como profesional hayan demorado el pronóstico. A esta altura, todo parece indicar que será en breve, y con holgura, el tenista más importante del país. De hecho, desde el lunes será el mejor criollo de la temporada y estará entre los 10 mejores de la Carrera de Campeones gracias a su actuación en Montecarlo. No resulta descabellado entonces, mucho menos irrespetuoso para con el resto de los integrantes de la Legión, proyectar al pupilo de Alberto Mancini hacia uno de los singles de la gran semifinal de la Copa Davis a disputarse frente a España en septiembre (por ahora en Barcelona y sobre polvo de ladrillo). De aquí hasta allá correrá mucha agua debajo del puente, demasiada quizás, pero la lógica tenística, que siempre anda merodeando la carrera de estos deportistas individuales que sólo dependen de sí mismos, le tiene reservado el número uno del país al Mago nacido en Rufino y criado en Venado Tuerto.
| |