San Gregorio: la lluvia es sinónimo de aislamiento

San Gregorio.- Con la caída de 50 milímetros al mediodía del jueves pasado, esta localidad comienza a sufrir un fenómeno que ya resulta insoportablemente familiar: todas las salidas hacia la ruta provincial 14 presentan problemas de anegamiento.
La provincia de Santa Fe, dentro de la emergencia hídrica que vive la región, emprendió tres alteos en un tramo de 20 kilómetros que comprende la jurisdicción de María Teresa, San Gregorio y Diego de Alvear, por cuanto son pasos ubicados en pequeñas ollas del terreno, que ante el crecimiento de las napas, las lluvias y la problemática de La Picasa se tornaron en imponentes lagunas que cortaron en un tramo de dos a tres kilómetros la cinta asfáltica.
Las obras comenzaron con enormes dificultades porque están dentro del Fondo de Infraestructura Hídrica de la Nación, cuyos recursos en varias oportunidades fueron denunciados como desviados hacia otras áreas y se tropezó con el desfasaje inflacionario de una licitación en 2001 y la realidad de precios actuales.
Así, la empresa Edeca encaró las obras del Bajo de Zuchi (San Gregorio) y Paso de la Virgen (Diego de Alvear) y Antonino Milisenda el Paso de Reynoso (María Teresa), pero esta última abandonó su trabajo dejando compactado un tramo de tres kilómetros con tierra medanosa. En tanto, no se sabe si ese sector se va a repavimentar ni quién va a hacer la tarea. No obstante, con cada lluvia el paso está firme, pero peligroso.
El mayor problema que se presenta a San Gregorio es el Bajo de Zuchi, que en estos momentos resulta imposible pasar con un vehículo chico o mediano, por lo que los pobladores no tienen salida hacia Venado Tuerto ni Rosario.
Ayer, una ambulancia que trasladaba a una anciana con una quebradura de cadera hacia Venado Tuerto pudo pasar sólo gracias a la pericia del conductor. Como consecuencia del feriado de Semana Santa, en el lugar no hay máquinas, personal ni vigilancia que, por ser una ruta santafesina, debería estar a cargo de Vialidad provincial cubrir la contingencia aunque sea en forma preventiva.
Sentirse aislado causa en la población de San Gregorio una sensación de impotencia ante la pasividad de las autoridades comunales, que tampoco se preocupan de colocar guardias activas sobre la ruta para cubrir la emergencia.
El tramo en cuestión tiene el agravante de que el agua de la laguna de Zuchi sube cada vez más y eso es claramente visible en las vías del ferrocarril, que aún habiendo sido elevadas están a punto de quedar cubiertas. En este marco, es evidente que mientras la provincia no desagüe la laguna a niveles aceptables no se podrá repavimentar ese tramo. Mientras tanto, un pueblo entero sufre las consecuencias de la burocracia.