| | Provincia y municipio lanzan un operativo en las escuelas rosarinas Controlan los carnés de vacunación a todos los alumnos de seis años En marzo de 2002 se detectó que el 42% de las cartillas estaban incompletas. Preocupación
| Carina Bazzoni / La Capital
Provincia y Municipalidad comenzarán a recorrer las escuelas de Rosario para controlar los carnés de vacunación de todos los niños que ingresaron al primer año de la EGB (Educación General Básica). El operativo, que se desarrollará tanto en los establecimientos públicos como privados, alcanzará a unos 10 mil alumnos. El año pasado, en marzo, la provincia detectó que el 42 por ciento de cartillas estaban incompletas y, mediante un arduo seguimiento de las familias, en agosto pasado lograron reducir esta cifra al 7 por ciento. "Un promedio bueno", según consideró la titular del sector de vacunación del área VIII de Salud provincial, Estela Bravo, aunque advirtió que "lo óptimo sería alcanzar el 5 por ciento" Por esto, este año agentes de salud provinciales, municipales y estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNR volverán a recorrer las escuelas en busca de las cartillas de vacunación. "En los centros de salud se observó que había un porcentaje preocupante de chicos con carnés de vacunación incompletos. Y el inicio escolar es una oportunidad interesante para detectar estos casos", explicó la titular de Epidemiología municipal, Mónica Liborio. De acuerdo al calendario recomendado de vacunación (ver aparte), a los seis años todos los niños deben tener la segunda dosis de la BCG (antituberculosa), el segundo refuerzo de la Sabin (antipoliomielítica) y los refuerzos de la triple bacteriana y triple viral. No obstante, esto no siempre se cumple. En marzo del año pasado, los agentes del área VIII de Salud revisaron las cartillas de vacunación de unos 9.500 chicos. Y, de éstas, sólo encontraron completas el 58 por ciento. "Y esto no se ve sólo en escuelas públicas periféricas, sino que también se verifica en colegios privados", advirtió Bravo. Una vez detectados estos casos se pone en marcha un arduo operativo. Primero se entrega una nota a los padres indicándoles las dosis que deben recibir sus hijos y el centro de salud más cercano donde puede aplicarlas. Si esto no sucede, pasado un tiempo se realizan visitas domiciliarias para insistir sobre el tema. Finalmente, se va directamente a vacunar a los chicos a su casa. De esta forma, en agosto de 2002, el 93 por ciento de los escolares estaban vacunados. Para la coordinadora del programa de inmunización del municipio, Andrea Uboldi, la falta de vacunación tiene que ver con el nivel de concientización que existe en la población sobre las acciones de prevención de la salud. Pero al mismo tiempo interviene también lo que considera oportunidades perdidas: "A veces, las mamás van al dispensario y no encuentran las vacunas; otras, el pediatra no revisa la cartilla y no indica la vacunación o no explica bien las consecuencias que tiene la falta de inmunización", advirtió. En este punto, Liborio es clara: "Cumplir con el calendario de vacunación no sólo protege a cada uno contra ciertas enfermedades, sino también crea una inmunidad colectiva. Es decir, que si una población alcanza altos porcentajes de inmunización se impide que se instalen virus circulantes".
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