El incremento de $50 disgustó a empresarios y sindicatos

La decisión del gobierno de aumentar de 150 a 200 pesos la suma otorgada por decreto a los trabajadores privados, generó ayer opiniones en su contra tanto de sectores sindicales como empresarios, por el mantenimiento del carácter no remunerativo y el exiguo valor de la suma, para unos, y por la inconveniencia de aplicarlo cuando todavía la economía no se recuperó del todo, para otros.
Así, tanto desde el campo sindical como del empresario, según precisaron expertos en el ámbito laboral, la decisión gubernamental no causó satisfacción sino más bien desencanto.
El abogado laboralista Héctor Recalde, referente de la CGT disidente, sostuvo "no es un aumento salarial sino apenas una recomposición del poder adquisitivo perdido", y afirmó que esta medida tiene "carácter remunerativo", aunque el decreto diga todo lo contrario.
Recalde puso de relieve que "ya lo expresó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando precisó que cualquier suma agregada al sueldo, sean bonos o inclusive los ticket canasta, es remunerativa", por lo cual aseguró que "cualquier trabajador tendrá derecho a reclamar en juicio esta suma".
Por su parte, el asesor laboral de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, afirmó la medida "puede tener un efecto inflacionario" sobre los precios, y consideró que responde a "un acuerdo entre el gobierno y los sindicatos" que, a su criterio, se ve reflejado también en la decisión del presidente Eduardo Duhalde de prorrogar la doble indemnización que vencía en marzo.
Para el abogado laboralista "la decisión del gobierno es unilateral e inoportuna", y sostuvo que "no atiende a la posibilidad o no de afrontarlo por parte de las empresas", sino que puntualizó que tampoco se debe "a necesidades de equilibrar aumentos en la canasta básica, sino a presuntos incrementos de la productividad global", como anteayer expuso el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
El presidente de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), Ernesto Kritz, sostuvo la medida "recupera una parte muy pequeña de lo perdido" durante la gestión de Eduardo Duhalde cuando, a su criterio, produjo "una caída sin precedentes en el poder adquisitivo" de los argentinos."La caída del salario fue dos veces y media superior a la caída del Producto Bruto Interno en 2002", aseguró Kritz, quien precisó que "el poder adquisitivo cayó en un 30% durante esta gestión".