| | Actividades por el Día del Parkinson
| Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el Mal de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años. Sin embargo, es creciente el número de jóvenes afectados. Con motivo de conmemorarse el pasado viernes el día mundial de la enfermedad, el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires organizó diversas actividades con la participación de médicos y pacientes. Los enfermos presentaron una muestra de trabajos en dibujo y pintura. El Mal de Parkinson es una afección del sistema nervioso central de tipo degenerativo. Se caracteriza por una pérdida gradual de determinadas neuronas, cuya causa última se desconoce. El síntoma más conocido es el temblor, pero no es el único, e incluso puede no estar presente. Otros son la lentitud en los movimientos, y la dificultad para realizarlos, aunque la persona se sienta con fuerzas. También se percibe rigidez muscular y alteraciones en la marcha, que en ocasiones provocan caídas. También son frecuentes una disminución de la expresividad facial, tono de voz monótono y de bajo volumen, aumento de la salivación, cambio en la escritura, la letra se hace más chica, y en la mayoría de los casos sufren de depresión. Si bien la enfermedad habitualmente aparece después de los 50 y la frecuencia aumenta con la edad, puede afectar a personas jóvenes. En estos últimos, es probable que se trate de un sindrome parkinsoniano, que se presenta por efecto secundario de ciertos medicamentos o como manifestación de otra enfermedad. Actualmente, el tratamiento no cura la enfermedad, pero sí alivia los síntomas. Al suspenderse, los síntomas reaparecen. Se basa en fármacos que actúan imitando la acción de una sustancia llamada dopamina, que se encuentra disminuida debido a la reducción de las neuronas que la producen. La cirugía también alivia los síntomas y mejora la respuesta al tratamiento farmacológico. Los familiares pueden ayudar en la recuperación teniendo en cuenta estos consejos: u Es importante que se comprenda al enfermo, puede estar lento y con dificultad para moverse y realizar actividades. Hay que tener paciencia y estimularlo para que mantenga el máximo grado de independencia y trate de realizar por sí mismo estas tareas. u Se lo debe apoyar para que tome los medicamentos en las dosis y horario indicados, evitando que se exponga a situaciones de riesgo como las caídas. u Prestar atención a los síntomas depresivos.
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