La primera experiencia de articulación de arte y salud en hospitales públicos de la ciudad pertenece al grupo La Rueda, y tiene como ámbito el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). En ese marco, desde hace un año, profesionales del campo del teatro, las letras, la educación, la medicina y la psicología, hacen reír a los internados con la representación de escenas teatrales. Hoy aspiran a crear una biblioteca ambulante (que circule por el hospital) y un grupo de narradores. La Rueda forma parte de una organización no gubernamental, el Centro Rosario para el Estudio y el Asesoramiento Técnico para la Sociedad (Creats).
"La escucha de la narración de un libro, sea una crónica policial, un cuento o novela, traen en tiempo presente, colores, paisajes, sonidos, texturas y aromas. La literatura lleva de viaje a otros mundos, sin moverse del lugar". Este es el objetivo del grupo de narradores de La Rueda, lanzado el sábado pasado en el hospital, con la presencia de artistas invitados. La experiencia forma parte del proyecto "Vagamundos o del arte de narrar", coordinado por la profesora en Ciencias de la Educación, Laura Giorgiani, miembro del grupo junto a otros veinte profesionales.
"El narrador no es simplemente la persona que se sienta y lee un cuento, sino quien relata una historia y hace participar al otro, pidiéndole que comparta su cuento preferido", dijo Giorgiani a La Capital.
En un principio, el equipo de narradores del Heca estará conformado por integrantes de la Escuela de Gerontología municipal, quienes poseen experiencia en talleres literarios. También convocarán a voluntarios.
Escenas teatrales
Las escenas teatrales son muy bien aceptadas por los internados. "Todas las semanas los pacientes esperan a los personajes que los hacen reír, entre otros, el Doctor Carpeche, el Doctor Nijo, y Divina Dora. El grupo concurre al hospital dos veces en la semana, en el momento en que se retira la visita", comentó Pablo Pace, uno de los actores del grupo.
Los actores inventan historias o temas y buscan constantemente la interacción no sólo con los pacientes, sino también con los familiares y el personal de enfermería. Uno de los últimos temas fueron las elecciones. El Doctor Carpeche preguntó cuál sería la primera medida que ellos tomarían para cambiar el país, y en base a este interrogante surgió un intercambio de ideas entre los presentes, contaron Pace y Giorgiani.
"Buscamos generar espacios de encuentro a través de la animación y la producción. No nos quedamos sólo con el entretenimiento que genera la actuación, sino que nos interesa también la creación por parte de los pacientes. Queremos que ellos participen, sea por medio de la elaboración de un texto, un dibujo o una carta", explicó Giorgiani.
El grupo busca romper con el clima frío y serio que tienen los hospitales. Pero el objetivo más buscado es hacer participar a los internados. "De esta forma sacarlos del lugar de objeto en el que se los posiciona, en el sentido de que el personal del hospital los da vuelta, baña, medica, mira. No hay que olvidar que el paciente es un sujeto con una historia de vida, con ganas de reírse o preocupado por las dificultades cotidianas, más allá de su enfermedad y por la cual debe estar temporariamente en el hospital", agregaron.
Las emociones influyen directamente en la evolución del estado de salud de los internados, y las propuestas lúdicas y recreativas pueden contribuir a la recuperación. "No curamos, pero ayudamos en el cambio de humor a través de regalarles una sonrisa, escuchar qué les pasa, cómo se sienten. Juntos tratamos de divertirnos", dijo finalmente Pace.