Luis Castro / La Capital
Hay jugadores que de un día para el otro son olvidados con rapidez. Desaparecen de las páginas de los diarios, no se los escucha en las radios ni se los ve en televisión con la asiduidad de poco tiempo atrás. Y de repente surgen novedades que sorprenden. O por lo menos que despiertan la atención. Como es el caso de Diego Luque, el arquero que hace cerca de un año quedó libre de Newell's y esta temporada defenderá el arco de Adeo. Sí, el club de Cañada de Gómez que lo vio nacer y que interviene en el torneo de la Liga Cañadense. "Tuve algunas ofertas de Colombia y Bolivia, donde estuve entrenando pero no arreglé", confiesa el guardavalla en diálogo con Ovacion desde su ciudad natal. Y enseguida se anima a decir que su salida de Newell's se debió a que Passet llegó al club "porque lo conocía a Zamora; andá a saber lo que había ahí". En el inicio de la charla Luque cuenta: "Tuve la chance de sumarme a San José de Oruro (Bolivia), pero no me quedé porque no me gustó", y además "los dirigentes del club me prometieron una cosa y luego me salieron con otra. Jugué algunos amistosos, pero luego pegué la vuelta. Y para no perder estado voy a jugar hasta junio en Adeo, club donde surgí. Por supuesto que no es lo mismo, el fútbol es muy distinto". "Tuve posibilidades de ir a varios lugares, pero luego se pinchaban. Surgió algo de Colombia, después The Strongest (donde juega su ex compañero Darío Gigena), donde estuve entrenando una semana pero el técnico Orozco me dijo una cosa y luego me la cambió. Ahora estoy esperando una nueva posibilidad. La última noticia que tuve es que a lo mejor en junio podría surgir algo en Tiro Federal". -¿Qué conclusiones sacás con el paso del tiempo de tu última estancia en Newell's? -Yo me fui bien. Lo que pasa es que por ocurrencias del técnico... aunque no quiero echarle toda la culpa a Zamora, quien fue el que me dejó libre. Las oportunidades que tuve las supe aprovechar. La gente se portó bien conmigo, no tuve partidos desastrosos. Me fui bien, por supuesto que caliente y triste. Quedar libre, que te traigan un arquero y te traten así te genera una calentura bárbara. Ahora la vida sigue, sabía que si me bajoneaba iba a ser perjudicial para mí. Ahora estoy entrenando para ver si se puede lograr algo más importante. -¿La bronca es mayor cuando observás que Passet no es titular y que, tal vez, no le renueven el contrato? -Y... sí. No sé si traerlo era una solución. Lo que sucede es que el Flaco lo conocía a Zamora y tenían buena relación. No le tocó tener buenas actuaciones, la gente no lo quería y ahora se le presentó la oportunidad a Luciano Palos, a quien por suerte le está yendo bien y se metió la gente en el bolsillo. Creo que es lo que también debería haber pasado conmigo, que atajara un arquero del club y no desperdiciar plata contratando otro. -¿Sentís que te perjudicaron mucho, más allá de que sabés que los técnicos traen a su gente? -Por supuesto. Sé que cada uno trae su gente y si viene alguien es para jugar. Al que le toca estar afuera se bajonea. Además, era consciente de que Palos o yo no íbamos a durar mucho. Uno se tenía que ir, porque no podía haber tres arqueros con posibilidades ser titulares. -¿Qué otra cosa te causó dolor de tu paso por el Parque? -Ninguna. Las oportunidades que tuve las aproveché y me fui conforme con mi labor. La gente lo siente así. No tuve la continuidad necesaria porque no jugué un campeonato sino algunos partidos. Lo más doloroso es lo que me pasó en mi vida privada y que todos conocen (NdeR: en un accidente automovilístico perdió la vida su esposa). -El deporte no está ajeno a la realidad de los argentinos, así que encontrar trabajo en el fútbol también es muy complicado. -Sin dudas, muy difícil. Yo fui tocado por una varita mágica porque desde que quedé libre siguen saliendo posibilidades, es algo que no se le da a cualquiera. Eso me pone contento porque quiere decir que hay gente que me sigue teniendo en cuenta.
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