Año CXXXVI
 Nº 49.814
Rosario,
miércoles  16 de
abril de 2003
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Examinarán a 9 personas del entorno de María Marta
Pruebas de ADN en el círculo íntimo del caso García Belsunce.
En una semana se cotejará la sangre de los implicados con los rastros hallados en el lugar del asesinato

Buenos Aires.- La investigación por el crimen de María Marta García Belsunce parece estar arribando a un punto de inflexión a partir de la decisión judicial de someter a nueve personas del círculo íntimo de la mujer a extracciones de sangre. Las muestras serán cotejadas con las manchas hemáticas halladas en la escena del homicidio, una residencia del exclusivo country Carmel de Pilar, donde el asesino dejó su impronta en paredes y alfombras.
La orden judicial fue firmada por el juez de Garantías de San Isidro, Diego Barroetaveña, quien dispuso que las extracciones se realicen la mañana del próximo 21 de abril, aunque sus resultados recién se conocerán dos semanas más tarde. Entonces sí, el magistrado empezará a develar el mayor misterio que envuelve al crimen: si las manchas de sangre halladas en una pared y una alfombra de la casa donde asesinaron de cinco balazos a la mujer pertenecen a alguno de los nueve implicados en el caso.
La medida dictada por el juez, a pedido del fiscal Diego Molina Pico, alcanza al único detenido e imputado por el crimen, el viudo Carlos Carrascosa; al cuñado de María Marta, Guillermo Bártoli y a su esposa, Irene Hurtig; a su hermano Horacio García Belsunce (h), a la amiga Nora Burgues de Taylor, a la masajista Beatriz Michelini y a Sergio Binello y su esposa, amigos de la víctima. Todos ellos están imputados en la causa por encubrimiento y desde hace días, mediante sus abogados, iniciaron una movida mediática a través de la cual reiteraron su voluntad de poner a disposición de la Justicia sus muestras de sangre.
Las fuentes dijeron que también será sometido a una extracción sanguínea el vecino del country Nicolás Pachelo, varias veces sindicado por la familia de la víctima como el principal sospechoso del homicidio.
Desde que se difundió el pedido de detención de Carrascosa por parte del fiscal Molina Pico, sus abogados insistieron en pedir que se coteje la sangre del viudo con las muestras encontradas en su casa, ya que la consideran una "prueba ineludible" que podrá dejar al hombre fuera de toda sospecha.
Entre tanto, mientras las partes conocían la decisión judicial, estallaba ayer un nuevo punto de conflicto en la enredada investigación del crimen. Esta vez el enfrentamiento se daba entre algunos familiares de la víctima y la Policía Judicial de la Provincia de Buenos Aires.
Jorge Amorín, secretario de la Policía Judicial, defendió los testimonios que aportó ese organismo al expediente y que resultaron decisivos para que el fiscal Molina Pico se inclinara por acusar del homicidio y pedir la detención de Carrascosa. "A los testigos que destruyeron la coartada de Carrascosa, los ubicamos después de un trabajo muy grande", sostuvo Amorín a radio Mitre y agregó: "he leído con cuidado lo que dicen, y son muy detallistas. Daría la impresión que esta gente expone correctamente", mientras que la familia García Belsunce "corre detrás de las pruebas que van apareciendo" y defienden a Carrascosa "por una cuestión de fe".

Una cuestión de lugar
En cambio, Horacio García Belsunce echó dudas sobre la forma en que se obtuvieron esos testimonios al señalar que "la mucama (Catalina Vargas) no ha sido interrogada por el fiscal sino por los instructores de la Procuración" de la Suprema Corte bonaerense. "Nuestros defensores no han tenido la posibilidad de estar presentes para controlar esas declaraciones", protestó por los micrófonos de radio Continental.
Amorín retrucó haber escuchado "que la señora de la limpieza no sabía leer ni escribir, pero ella declara sobre algo que vio, no sobre algo que leyó".
Al prestar declaración indagatoria el sábado último, Carrascosa le pidió a Molina Pico ser careado con los testigos aportados a la causa por la Policía Judicial bonaerense: además de Vargas, la encargada del club house del country Carmel, Alba Benítez, y un mozo de ese lugar, Gerardo Oberndorfer.
En general esos testimonios contradijeron lo declarado por Carrascosa, al aseverar que en los momentos previos al crimen él no estaba en la casa de sus cuñados Irene Hurtig y Guillermo Bártoli y, por el contrario, había estado sentado a la mesa en la confitería del club house del country.
En ese sentido también declararon dos menores de edad. Tomás y Francisco Bártoli, de 10 y 13 años, e hijos del matrimonio de Guillermo Bártoli e Irene Hurtig, quienes sostuvieron ante el fiscal la coartada familiar que tiende a demostrar la inocencia de Carrascosa. Es que los chicos, según dice la familia, estuvieron toda la tarde del crimen en su casa junto a su papá y al viudo de María Marta mientras miraban un partido de fútbol por televisión.
"Hasta ahora traté de preservarlos porque son lo más preciado que tengo en la vida, pero esto llegó a un límite, esta detención de Carrascosa es una injusticia tremenda", manifestó el cuñado de la víctima.
María Marta García Belsunce apareció asesinada el 27 de octubre en la casa del country Carmel de Pilar en que vivía con Carrascosa. El marido aseguró desde un primer momento que había sufrido un accidente en el baño, pero un mes después la autopsia determinó que tenía cinco balazos en la cabeza. (Télam y DyN)



Carlos Carrascosa es el único detenido por el crimen.
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