Exigen precisar de dónde viene la contaminación de dos arroyos

Los diputados provinciales Miguel Basaldella, Mario Ibaldi y Federico Pezz emplazaron a la Secretaría de Medio Ambiente santafesina a que con carácter de urgente adopte las medidas necesarias para obtener un diagnóstico preciso sobre los niveles de contaminación en los arroyos Saladillo y Ludueña, al tiempo que exigieron a la repartición provincial que determine el origen y procedencia de estos residuos tóxicos.
La preocupación de los legisladores surgió a partir de una publicación realizada por La Capital donde se especifican los niveles de contaminación que soportan ambas vertientes del Paraná.
El estudio fue realizado por el laboratorio de toxicología aplicada de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Las investigaciones que encomendó la Asociación Civil del Hospital Centenario detectaron niveles de plomo y mercurio "alarmantes".
"La Secretaría de Medio Ambiente debe tomar cartas en el asunto cuanto antes", reclamó Basaldella, para agregar que "por lo que se desprende del análisis de los arroyos está en riesgo el ecosistema y la salud de los habitantes".
El pedido de informes presentado por los tres legisladores busca respaldar los reclamos ante Medio Ambiente de la entidad civil dependiente del Centenario. A su vez, en el proyecto también se solicitó que se individualice a los responsables del vertimiento de los fluidos contaminantes y se exija el cumplimiento del reglamento para el vertido de líquidos industriales.
"A pesar de que la ley nacional 24.051 todavía no cuenta inexplicablemente con la adhesión de la provincia, corresponde considerar los niveles de plomo y mercurio permitidos por la norma", señaló Basaldella.
Según la reglamentación los niveles tolerables de plomo nunca deberían superar el microgramo por cada litro, pero lo detectado en el Saladillo el 6 de marzo pasado llegó a los 14 microgramos por litro y a 15 microgramos en el Ludueña.
De igual modo con el mercurio, el texto legal acepta 0,1 microgramo por litro y en ambos cauces de los arroyos las cifras detectadas excedieron la norma.