Alejandro Cachari / La Capital
La línea de tres canalla tendrá una verdadera prueba de fuego el domingo en el Gigante cuando Central reciba a River por la 10ª fecha del Clausura. La primera muestra fue una demostración cabal de que la variación en el sistema defensivo era lo que correspondía para la ocasión. El equipo se compensó, no pasó sobresaltos en los dominios de Gaona y ofensivamente recuperó el volumen de juego que había perdido ante Vélez y Colón. Pero la historia debería ser distinta el día de las Pascuas de Resurrección. Es que enfrente estará quizás el equipo de mayores recursos y el más poderoso del fútbol argentino. Que además utiliza mucho los costados para adueñarse del desarrollo de los partidos. No es ninguna novedad que el grado de dificultad que ofrecerá River es muy superior al que pudo oponer Chacarita. Pero no menos cierto es que el equipo de Miguel Angel Russo mostró un carácter casi imperturbable para afrontar el primer examen con el que pretendía cortar la minirracha negativa desde que ganó el clásico. La semana canalla comenzará esta mañana en el predio de Palos Verdes y todo parece viento en popa de cara al gran choque del domingo que, debido a las circunstancias, tiene la misma importancia que cualquiera ya que a Central sólo le sirve sumar para escaparle aún más a los últimos cuatro puestos de los promedios. El doble descanso impuesto por Russo toma dimensión lógica a partir de algunos futbolistas que necesitaban algo más de tiempo para recuperarse de algunos inconvenientes físicos padecidos en el partido ante Chacarita. Un ejemplo puntual es el del ex capitán Daniel Quinteros, que fue reemplazado en el entretiempo del último partido sólo por precaución y gracias a la amplia ventaja que los auriazules habían tomado sobre Chacarita. El mediocampista central canalla, pieza fundamental para este esquema que Russo reestrenó en San Martín, recibió al día siguiente los primeros cuidados del cuerpo médico pero a nadie se le cruza por la cabeza dudar de su presencia el domingo desde las 16. Julio César Gaona, que acusó una molestia en los aductores mientras se jugaba el primer tiempo, tampoco tendrá inconvenientes en ser el arquero titular el domingo. Por las dudas, existe la palabra oficial de Pablo Colella, el facultativo canalla que ayer estuvo con los futbolistas. "Quinteros tuvo una muy leve contractura en el isquiotibial derecho apenas comenzó el partido. Podía seguir jugando, pero el técnico decidió resguardarlo. Hoy (por ayer) trabajó con los masajistas y se aflojó muchísimo. Quizás mañana (por hoy) todavía haga trabajo diferenciado para sumarse al resto del grupo el miércoles (mañana) con total normalidad", explicó Colella. Gaona se contracturó de manera brusca el aductor derecho, tenía una sensación de elongación máxima, pero lo trabajamos en el entretiempo y pudo continuar sin inconvenientes. Ayer se le realizaron masajes y ya está en perfectas condiciones. De la contractura de aductores de Carbonari no quedan vestigios, pero el capitán recibió un golpe y fue atendido ayer por un traumatismo en la cara interna de la rodilla derecha. Hoy trabajará normalmente con el resto de sus compañeros. Luciano Figueroa padece una faringoamigdalitis (infección en la garganta), fue medicado y no tendrá inconvenientes en trabajar esta mañana desde las 9.30 en las adyacencias del autódromo municipal.
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