De regreso en Canal 13 tras una década consagratoria en Telefé, el comediante Guillermo Francella comparte con Luis Brandoni los estelares del unitario "Durmiendo con mi jefe", que sobre libretos de Ernesto Korovsky saldrá al aire a partir de hoy, de 22 a 23, por la pantalla de Canal 3.
Luis Brandoni vuelve a trabajar en televisión -de manera permanente- luego de 5 años. Su última participación fue con "Mi cuñado" en 1998. Esta larga ausencia que se interrumpe con "Durmiendo con mi jefe", fue por decisión propia. Se dedicó plenamente a su labor como diputado nacional por la UCR, partido en el que continúa militando, por ahora sin responsabilidades dirigenciales.
Guillermo Francella desarrollará un personaje de barrio, con su madre y su hermana como vecinas próximas y que tendrán intervenciones directas en su vida privada, en especial para sacarse del medio a la novia, una chica no querida por las mujeres de la familia. Si bien es un profesional universitario, se maneja apenas como un empleado fiel y eficiente, en una empresa que lleva el nombre del dueño y fundador: Enzo Tempone.
En una ceremonia algo repetida, pero no menos esplendorosa, el factótum de Pol-ka presentó a los protagonistas del nuevo unitario de Canal 13 como parte del "patrimonio nacional", y elevándolos al nivel de próceres de la escena nacional, dijo, emocionado: "Siento que juntar a Luis (Brandoni) y a Guillermo (Francella) en una misma comedia es como tocar el cielo con la manos". El propio Brandoni se mostró sorprendido por el elogio: "Me mandó al bronce, fue un exceso", aclaró.
Adrián Suar se animó en "Durmiendo con mi jefe" a hacer lo que no hizo Marcelo Bielsa en el campeonato de fútbol de Japón y Corea; puso a Batistuta y a Crespo juntos. "No es para tanto -dijo con modestia Guillermo- Adrián tuvo una buena idea en la que creí, me entusiasmó y me permitió tomar la decisión de salir de Telefé después de una década y volver a canal 13".
El proyecto nació bien
Luis Brandoni será Enzo Tempone, el dueño de un imperio publicitario. El personaje está más allá del bien y del mal, es creativo, exitoso e infalible. Un bon vivant que, sin embargo, un buen día pierde a su mujer y no tiene mejor idea que instalarse en la casa de su contador, Oscar Tzisca, el personaje de Francella.
La vuelta de Brandoni, después de su áspera y poco gratificante experiencia política como diputado nacional, es casi a medida. Adrián Suar lo llamó para hacer un programa semanal, justo lo que el actor pretendía. Después hubo un segundo llamado: "Me consultó qué me parecía compartir la responsabilidad con Guillermo Francella y le contesté que estaba encantado de la vida", dijo Luis. El proyecto nació muy bien, se tomaron unos meses para conversar con el autor y con el propio Suar y definir qué tono querían darle al unitario. La producción puso todo lo mejor -que no es poco en el caso de Pol-ka-, y la promoción es impecable, como está a la vista. "Por lo tanto no nos queda más que esperar que al público le guste y disfrute de la comedia", reconoció Brandoni, asumiendo junto a Francella todo el peso de "Durmiendo con mi jefe".
Puesto a evaluar cómo encuentra el panorama televisivo, luego de una larga ausencia, Luis Brandoni cree que la televisión argentina tuvo en los últimos tiempos algunos productos ejemplares, como "Los simuladores" y "Culpables", y mucho material descartable, "donde le están gritando mucho al espectador, usan un lenguaje bajo y deplorable", añadió.
Pero Francella rescata que los actores están en un buen momento porque los canales abiertos de televisión están apostando fuerte a la ficción, aunque sea con bajo presupuesto. "Hacía muchos años que no teníamos esta situación", festejó.
Con el nuevo unitario se proponen hacer el clásico humor de comedia, un género muy difícil de aprender y de enseñar. "Ningún director puede decirle a un actor cómo debe hacer un chiste, cómo crear esa burbuja que envuelve a la comedia, que no tiene ninguna relación con lo ordinario ni con lo vulgar", dijo Brandoni y asintió Guillermo.
Con la intención de encontrar una definición precisa del humor de los argentinos, incluso pensando en el tiempo tan oscuro por el que atraviesa el país y el mundo, Brandoni arriesgó lo siguiente: "Los argentinos nos reímos de nosotros mismos. La película«Esperando la carroza» tiene decenas de emisiones repetidas en la televisión, desde su estreno en cine, y es de una enorme crueldad autocrítica; sin embargo es un éxito. Una colección de personajes detestables (los de la película) nos producen una fascinación irresistible". Después dijo que otro ejemplo son los 30 años de éxito de Tato Bores, con su humor corrosivo. "El autoflagelo es parte del humor nacional. La ventaja de la comedia es que toma parte de este humor argentino, lo desplaza, desdramatiza y al público le divierte mucho", agregó.
Después los actores coincidieron que para hacer una comedia es fundamental un buen guión, algo que descuentan estará presente en el ciclo que comienza hoy y terminará en diciembre, luego de rodarse unos 35 capítulos. En cuanto a la dinámica de trabajo, aseguran que los textos los van trabajando y hablando, sugiriendo cosas con el autor, como ocurre en cualquier ciclo. De todos modos, "Ernesto Korovsky pone palabras en nuestra boca, palabras que nos caen bien", contó Francella a La Capital.
El programa irá con subtitulado para sordos, una posibilidad técnica que ofrecen los televisores fabricados desde 1999. En la Argentina hay más de 3 millones de personas con problemas de hipoacusia. El dúo Francella-Brandoni estará acompañado por un elenco integrado por Patricia Palmer, Andrea Pietra, María Rosa Fugazot y Graciela Tenembaum, entre otros.
La Ciudad
