En el Gran Rosario se anotaron como aspirantes al programa Familia, cuya inscripción venció el 4 de abril pasado, nada menos que 34.929 personas, 25.342 de ellas sólo de la ciudad y otras 9.547 de localidades aledañas. El número es sorprendente, teniendo en cuenta que el Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados ya atiende a más de 57 mil, sin contar a la gente que recibe la asistencia del Pass provincial y a los que tienen subsidios por desempleo de la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés), lo que lleva la cifra a más de 60 mil. Y eso, sólo teniendo en cuenta a los beneficiarios directos y no, como corresponde, a los miembros del hogar sobre los que recae la ayuda.
Lo sorprendente es que a fines de febrero pasado la secretaria de Promoción Comunitaria provincial, Adriana Cavuto, había estimado que el nuevo programa podría llegar a incorporar a esta nueva ayuda social a unas 4.200 rosarinas embarazadas o con hijos, sin ningún tipo de ingresos. Por eso, que ahora los aspirantes sextupliquen esa cifra aparece como todo un dato.
Al respecto, la funcionaria Cavuto explicó a La Capital que se trata de "números sucios" que serán cuidadosamente cruzados con otros datos para verificar si la declaración de falta de ingresos es fidedigna. Por ejemplo, no se descarta que muchos de los que acaban de inscribirse compartan el hogar con beneficiarios del plan Jefes, lo que impediría cobrar el nuevo subsidio.
"Tratamos de evitar que ocurriera, pero es probable que algo de eso haya pasado", admitió la titular de Promoción Comunitaria.
Bolsones de pobreza
Sin embargo, prefirió no hacer una lectura de la situación hasta tanto el Estado nacional lleve a cabo el cruce del barrido censal que detectó el año pasado bolsones de extrema pobreza y los padrones complementarios que acaban de completarse, más una serie de controles con la Ansés y otros organismos gubernamentales que podrían detectar una eventual superposición de la ayuda social en los mismos beneficiarios.
Por ahora, las categorías que se manejan como posibles perfiles de los nuevos inscriptos caen dentro de tres grupos: mujeres que se embarazaron recientemente y carecen de cualquier tipo de ingresos, los que perdieron su empleo después de la inscripción al plan Jefes y los que, en situación de extrema vulnerabilidad, no llegaron a enterarse o simplemente no pudieron inscribirse a los planes de ayuda previa. Se trata de familias dentro de un sector social que Cavuto definió como "la exclusión de la exclusión".
En el Gran Santa Fe la inscripción al plan familia sumó a unos 12.700 aspirantes, lo que en términos porcentuales mantiene la tradicional proporción que se ha dado entre los beneficiarios de ayuda social en la zona de Rosario y la capital provincial.