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Historia fraudulenta

Mucho se ha escrito sobre el tema corralón, por lo tanto apelaré al resumen de esta historia fraudulenta que continúa y no termina, como afirman Lavagna y Duhalde. El gobierno argentino en su papel de benefactor (con los poderosos) decide correr en auxilio de la banca para pagar a los ahorristas una parte de sus dineros atrapados en el maldito corralón. Ellos son los Boden 2013. Esta historia que comienza cuando la banca extranjera gira los dineros al exterior para ponerlos a salvo y no devuelve los ahorros sumiendo a muchísima gente honrada en la desesperación (pérdida de su propiedad, pobreza, operaciones quirúrgicas esenciales no realizadas y que en muchos casos costaron la vida), hoy se benefician a costa del Estado que ayuda a la banca y no a ciudadanos indefensos. El dinero atrapado debe ser devuelto íntegramente por los bancos y si alguno quiebra el problema será de ellos, pero en caso de que nuestro bondadoso Estado decida usar el Boden 2013 que se los pague a los bancos, para que devuelvan a cada ahorrista los dólares que depositó. De esta manera los bancos sabrán qué hacer con los Boden y tendrán que esperar el tiempo necesario para recuperar el dinero mal habido. Dentro del mismo contexto surge otra incógnita. Para aquellos que en su momento eligieron el Banco Nación (por argentinos, por confianza, o por ilusos), la duda es: donde giró el Banco Nación los fondos. Los extranjeros lo hicieron a sus casas matrices pero dónde fue a parar ese inmenso capital que fue depositado en el Nación. Si ese dinero se evaporó, quién lo tomó o en qué se gastó. En nuestro país estarán los responsables y deberá saberse quiénes son. Culpables y reglas simples son las herramientas adecuadas para comenzar a enderezar este atribulado país, tema que no está en la agenda de los políticos en su carrera por el poder.
Gerardo Angel Beltramo