Unos quince policías que participaron del operativo de seguridad para el clásico serán sumariados por reprimir injustificadamente a un grupo de simpatizantes al término del partido disputado en el Monumental. Así lo confirmó el jefe del dispositivo, el comisario Carlos Cheroni, de la seccional 51 de la Policía Federal, quien asumió la responsabilidad de los incidentes que provocaron un caos en la confitería del Monumental. Los disturbios comenzaron en la tribunal local cuando un sector de la barra brava de River, conocida como Los Borrachos del Tablón, que aguardaba para salir, fue amenazado por el Cuerpo de Infantería para que desalojara esa cabecera. Los hinchas, luego de ser acorralados, acataron la orden y bajaron hasta la entrada principal del estadio, desde la que agredieron a un grupo de efectivos con proyectiles. La policía, entonces, se corrió hasta ese lugar, comenzó con la represión y lanzó gases que alcanzaron a la confitería principal del club, donde permanecía gente ajena a los disturbios. El clima en el local se tornó irrespirable y algunas personas, que estaban con sus familias, debieron romper ventanales del restaurante para poder respirar con mayor facilidad. El efecto de los gases también se propagó hasta el anillo interno del estadio y generó el malestar de particulares, periodistas, trabajadores del club y algunos dirigentes que transitaban el lugar. Una vez controlado el incidente, Cheroni intentó una disculpa al declarar: "Me hago cargo de estos incidentes. Hubo un grupo de efectivos de infantería que actuaron donde no debieron hacerlo y serán sancionados". (Télam)
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