Cuba tendrá un duro examen en la ONU

Jean-Louis de la Vaissiere

Ginebra. - La Comisión de Derechos Humanos de la ONU (CDH) se pronunciará esta semana sobre un proyecto de resolución que pedirá a Cuba colaborar en el respeto a los derechos civiles y políticos, en momentos en que el gobierno de ese país aplica la mayor ola de represión en muchos años contra sus opositores.
El año pasado, una resolución de tono muy moderado, de condena y a la vez apoyo, fue adoptada con una pequeña mayoría de 53 miembros de la comisión. Ese texto invitaba a Cuba a "realizar progresos en cuanto a los derechos civiles y políticos, similares a los que se había logrado en materia social, a pesar de un entorno internacional desfavorable".
Pero cuando el miércoles o jueves, un nuevo proyecto de resolución sobre Cuba sea presentado por cuatro países latinoamericanos (Uruguay, Perú, Nicaragua y Costa Rica), el tono será completamente diferente.
El endurecimiento de la represión ha sido tan inesperado como impresionante: cerca de 79 opositores, entre los cuales hay varias personalidades de renombre, fueron condenados a un total de 1.454 años de prisión. Tres secuestradores de una lancha en la que intentaban huir del país fueron ejecutados el viernes, apenas 7 después del episodio.
El ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Felipe Pérez Roque, presentó las condenas como una "defensa frente a las agresiones y provocaciones” fomentadas por diplomáticos de EEUU en Cuba.
Esta manera de sofocar a la oposición fue condenada por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Sergio Vieira de Mello, quien se interrogó sobre los procedimientos expeditivos contra los opositores al régimen, y anunció su intención de pedir "información detallada" sobre estos juicios.
EEUU, el Parlamento europeos, varios países europeos y Canadá protestaron, y todas las grandes organizaciones de derechos humanos se declararon horrorizadas. El proyecto de resolución redactado por Uruguay (como el año pasado) y tres países latinoamericanos retoma la solicitud hecha a La Habana en la resolución del 2002 de aceptar la visita de una emisaria del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. En enero la francesa Françoise Chanet fue designada para informarse sobre los derechos civiles y políticos, pero el régimen castrista se rehusó a recibirla. Los países de la Unión Europea han discutido desde la semana pasada en la CDH con los cuatro países latinoamericanos para lograr un endurecimiento de los términos del texto, juzgado como extremadamente débil frente a las condenas a prisión a los disidentes.
México indicó igualmente que las sentencias podrían influenciar su voto. El año pasado, Cuba recibió el apoyo de China, que intentó impedir el voto, y de varios países del hemisferio sur. Entre los países africanos y musulmanes sobre todo, a Cuba no le faltan apoyos en la CDH. ¿Cuba será sancionada este año, cuando el año pasado lo fue por una estrecha mayoría de dos votos? La votación debería mantenerse ceñida, sobre todo si el texto que se presenta es más duro. (AFP)