El Mercado Retro cumple hoy un año y su ideólogo, Dante Taparelli, está tan contento que se anima a decir que "la feria es más importante que el Monumento a la Bandera". Pasó un año desde que se inauguró el Retro en Aristóbulo del Valle y Callao, un espacio que no sólo transformó el abandonado barrio Pichincha sino que impulsó la movida de ferias en la ciudad. ¿Cuál fue el secreto para que miles de personas visiten el paseo de antigüedades? "Nos arriesgamos, hicimos lo que no se había hecho nunca", sintetizó el coordinador de Diseño e Imagen de Secretaría de Cultura de la Municipalidad. -Cuando surgió el proyecto, ¿el objetivo máximo era lograr la transformación de Pichincha? -Hace algunos años se pensó en lo bueno que sería instalar en la zona un paseo de anticuarios, pero estos comerciantes no nos dieron bolilla. Dijeron que al único marciano que se le ocurriría trasladarse a un lugar abandonado era a mí. Hasta que salió lo del "Mercado Retro, un paseo por la memoria". Pero no me imaginaba que esto iba a florecer de tal manera en el peor momento de la Argentina. -Usted dice que el Retro es la muestra de que se pueden hacer muchas cosas con poca plata. ¿Qué hubiera hecho con mucho dinero? -Podría haber armado mejor el espacio, por ejemplo, restaurando yo mismo cada casa del barrio y hubiera hecho andar el tranvía por esa zona. -¿Hubo proyectos iniciales que finalmente no se volcaron? -Había un proyecto con una pinturería para que cada vecino del barrio pinte su frente, pero nadie se enganchó. Parece que ninguno tiene ganas de trabajar. -¿Y qué cosas pasaron espontáneamente? -Lo que pasó y me sorprendió es que la gente empezó a abandonar la feria para poner su negocio. Es bueno que no le alcance con un domingo sino que quiera más. -¿Rosario da para ser una ciudad de ferias? -Rosario tenía 20 mercados en algún momento, eran ferias techadas. Y la gente iba. -¿Temés que sea un éxito del momento? -No. El Retro no es sólo una novedad. Hay gente que se instala todos los domingos en Pichincha. Yo voy siempre y un 25 por ciento de los visitantes también. -¿Tendría que haber más ferias en Rosario? -No, con las que hay creo que es suficiente. -¿Tenés pensado algún cambio para este año? -El cambio más importante va a pasar por los atractivos que estarán desde hoy en el barrio, como ir a escuchar tango al teatro El Firulete o dar un paseo en carruaje. La idea es crear un espacio pichinchesco que funcione las 24 horas. Porque ahora Pichincha es fashion, tiene un target nacional. Pero queremos que perdure en caso de que se cambie la gestión municipal, que sea intocable. -¿Tiene algo que envidiarle el Retro a la feria porteña de San Telmo? -Los 35 años de historia. -¿Cómo ve al Retro dentro de 35 años? -No veo gente viviendo, salvo en los conventillos. Pero sí al ferrocarril andando y más ofertas de antigüedades. -¿Se lo imagina como un atractivo para el turismo internacional? -Me imagino más turismo pero con una buena gestión turística. Porque Rosario no es sólo el río y los hoteles. También son parte de la ciudad sus bares y restaurantes repletos, con gente bailando. No un lugar donde una vieja se levanta y baila en el rincón de un boliche que luego es clausurado porque no estaba habilitado para ese fin. Rosario turística tiene que ser una ciudad de fiesta todo el año. -¿Tienen pensado reciclar otro barrio? -Vamos a tomar el barrio Refinería: la maltería Safac, la zona de los muelles y los barcitos de alrededor. No sé si habrá ferias, pero pensamos en que haya distintas actividades, también para los chicos. C.R.
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