La comunidad toba de la localidad de San Carlos, de Formosa, decidió que sus hijos en edad escolar no concurran a la escuela provincial 138 hasta que las autoridades provinciales dispongan la renuncia de su directora, Mirta Nélida Romano, a quien acusan de "malos tratos, insultos y abusos" contra los alumnos indígenas. Preocupados por el "nivel y la calidad de la educación" en ese establecimiento provincial, ubicado a 240 kilómetros de la capital de Formosa, integrantes de la comunidad aborigen liderados por el cacique Rafael Mansilla, hicieron oír sus reclamos ante las autoridades provinciales. Pero el pedido de los padres para que los maestros que trabajan con los más 100 alumnos que asisten a esa escuela, dejen de "pegar e insultar a los niños tobas", derivó en amenazas por parte de Romano, quien amenazó quitar los planes jefes y jefas de hogar a los denunciantes, según ellos aseguraron ayer. El pedido no es sólo para que cese la violencia verbal y física contra los chicos por ser indígenas -sobre unos 110 alumnos, 100 son tobas- sino para que sean incorporados maestros aborígenes, "memas", que significa "maestro especial" en la modalidad aborigen. Estos docentes, que acompañan la labor de los maestros, se convierten en el verdadero y único puente cultural posible para que los niños de los distintos pueblos originarios puedan comenzar el proceso de aprendizaje de una lengua y cultura ajenas. La comunidad San Carlos, además de elevar una nota al Ministerio de Educación provincial, presentó el reclamo ante legisladores nacionales, como Alfredo Bravo y Lucrecia Monteagudo, ante organismos como el Inadi y hasta a la coordinadora nacional de Políticas Sociales, Hilda González de Duhalde. "Este problema existe desde todos los tiempos. Lo que pasa que los aborígenes tenían siempre la boca cerrada, pero ahora llegó el momento de decir en público lo que pasa", aseguró Mansilla. Entre las iglesias que trabajan fuertemente entre los tobas está la de los menonitas, y según sus propios miembros, están más interesados en una tarea de acercamiento cultural que evangelizadora o meramente religiosa. Por eso, no extraña que uno de sus pastores, Willy Horst, apoye los cambios que buscan los indígenas en cuanto a la educación que reciben sus hijos porque, a su juicio, la cultura mayoritaria "no le da la dignidad de su diferencia". "Entiendo que buscan un cambio en la educación y creo que lo merecen. En esa colonia hay chicos aborígenes y no se toma en cuenta su cultura, a la que no le dan la dignidad de su diferencia respecto de la cultura mayoritaria", explicó Horst. (Télam)
| San Carlo asegura que una docente insulta a los chicos. | | Ampliar Foto | | |
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