El día viernes 4 de abril, las cotizaciones de la soja en el mercado internacional (CBOT) lograron superar los precios máximos alcanzados en los meses de septiembre del 2002, período donde la sequía en EEUU amenazó los rendimientos de este cultivo y los stocks en dicho país se ajustaron fuertemente. De las 8,5 millones de toneladas esperadas en junio del 2002 pasamos a las actuales 4,3 millones.
Esta nueva marca de precios implica la ruptura del techo impuesto por la supercosecha sudamericana, cuyo volumen alcanza los 91,5 millones de toneladas, versus los 78,5 millones del año anterior.
El récord de producción sudamericano parecía un obstáculo insalvable para los precios. Sin embargo, la fortaleza de la demanda sobre la oferta americana, reflejada en un ritmo de exportaciones 15% superior al histórico, varios rumores sobre un fortalecimiento adicional de la misma (entre ellos la ayuda humanitaria a Irak) y la probabilidad de una nueva caída de los stocks finales americanos a 3,8 millones de toneladas se han conjugado con una intención de siembra en el país del norte que aún con buenos rendimientos no permitirá recomponer los stock del nuevo ciclo.
Esto proporciona los elementos necesarios para consolidar el accionar de los compradores y lograr así, superar la barrera de los 215 dólares, abriendo el camino hacia un objetivo superior.
Con el nuevo panorama, los precios internacionales tienen un primer objetivo teórico en los u$230 - 240 y su principal determinante será el avance de la siembra y el mantenimiento del ritmo de exportaciones en el norte.
Actualmente, los precios locales para la posición de plena cosecha se encuentran algo sobrevaluados respecto de parámetros históricos. Con un spread normal para la época de 20 dólares entre Chicago y Argentina, los 217 dólares del viernes en la CBOT, se convierten en 207 dólares para el mercado Argentina. Estos se transforman en 153 después de retenciones, siendo el precio de 158 dólares. Sin embargo, estos mayores precios están relacionados con la mayor capacidad competitiva de la industria aceitera local. Si la presión alcista en Chicago se consolida en el corto plazo, como parece, los precios locales están en condiciones de alcanzar un primer objetivo de u$ 165 dólares (213 sin retenciones) para la posición Mayo.
Beneficio presente, problemas futuros
Sin embargo, no hay que olvidar situaciones pasadas. Buenos precios en cosecha no son sinónimos de mejores precios aún, en contracosecha. Si la siembra y posterior evolución del cultivo en EEUU avanzan sin dificultad y Sudamérica logra disminuir la presión sobre las exportaciones americanas, la historia de los precios puede alterarse.
Por otro lado, estos buenos precios, combinados con los viejos problemas estructurales de la Argentina, llevan implícito riesgos mayores que una simple caída de precios a medida que avance el ciclo comercial.
Los excelentes rendimientos de esta campaña, los buenos precios de cosecha, conjugados con un marco político-económico que impulsó la fuga al exterior de 12.000 millones de dólares en el 2002, una política tributaria altamente distorsiva (léase retenciones, IVA diferencial, impuesto a los débitos) y el colapso del capital social argentino, presionarán adicionalmente al proceso de "sojificación" y sus riesgos: aumento de la producción de soja pero disminución de la productividad del sector.
La importante caída de la superficie de todos los cultivos, excepto girasol, junto con la confirmación de una nueva disminución del área sembrada de trigo para la campaña 2003/04 son las mejores señales de advertencia.
(*) CEO de AgroBrokers