El robo de entre 120 y 150 libros, algunos de ellos considerados "joyas bibliográficas", de la biblioteca General San Martín de la ciudad de Mendoza fue descubierto ayer a la tarde, según precisó el subsecretario de Cultura de esta provincia, Guillermo Romero. Un primer recuento del material faltante incluye cuatro obras, cuyas autorías se le adjudica al general José de San Martín y otro firmado por Manuel Belgrano, además de libros de los siglos XVI, XVII y XVIII.
El funcionario indicó que fueron las autoridades de la biblioteca quienes descubrieron el robo de los libros, todos ubicados en vitrinas acondicionadas del primer piso, y que estima "que los autores del delito conocían bien las irremplazables obras que se llevaron".
La biblioteca San Martín está ubicada a cinco cuadras al norte del microcentro mendocino y a su frente se encuentra la avenida del mismo nombre y la tradicional Alameda, un paseo que el mismo prócer argentino mandó construir mientras organizaba el Ejército Libertador.
El lugar es muy visitado por turistas y grupos de escolares guiados por docentes y la biblioteca ocupa el mismo edificio que el Museo Sanmartiniano, donde se exponen uniformes, banderas y armas utilizados durante la gesta libertadora y también mobiliario de la residencia del General San Martín en Mendoza.
Según Romero, "es una gran pérdida para el patrimonio cultural y ahora están trabajando expertos de la división Policía Científica junto a bibliotecarios especialistas que realizan un pormenorizado recuento de las obras".
"Sabían lo que querían"
Luego reiteró que "quienes cometieron el robo sabían lo que querían porque no se llevaron computadoras que había en la biblioteca ni tampoco nada del Museo Sanmartiniano".
Luis Vázquez, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y miembro del personal de la biblioteca pública, dijo mientras sus compañeros era indagados por la policía que "desde 1998 nosotros denunciamos que el lugar estaba desprotegido y no nos hicieron caso".
El sindicalista agregó que "aquí no hay serenos ni alarmas y desde las 20.30 en adelante el edificio está abandonado, tanto que hay al costado un terreno baldío que da a una calle lateral".
"El valor de las obras es mucho y el riesgo es grande, pero nadie nos hizo caso. El viernes los libros estaban y el robo quizás se produjo durante el fin de semana pasado", estimó.
Anoche, la policía trabajaba sobre unas huellas dactilares encontradas, pero no se informó sobre detenciones relacionadas con el hurto, que conmocionó a la comunidad mendocina. (Télam)
La Ciudad
