Pese a seguir manteniendo los interrogantes, Hermes Binner avanzó ayer otro casillero hacia la Casa Gris. Es que el nuevo desembarco en la provincia de la fórmula presidencial del Partido Socialista (PS), que integran los diputados Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani, fue el marco perfecto para realimentar la expectativa. En especial cuando el intendente no dudó en afirmar que, en caso de acceder al Sillón del Brigadier López, "derogará" la controvertida ley de lemas.
Por la mañana, y desde la ciudad de Santa Fe, Binner aseguró en declaraciones a LT2 que "en lo primero que estamos pensando es en cumplir con las elecciones presidenciales, pero también en conversar con instituciones sociales y políticas que le permitan avizorar un futuro distinto a la provincia". E hizo hincapié en la necesidad de conformar "una gran concertación de fuerzas".
Fiel a su estilo, el intendente trató de aventar el tema de su posible candidatura, aunque habló de "trabajar por una propuesta común, que tiene que ver con lo social, lo económico y lo político".
Sobre el resquemor que su figura provoca en el PJ provincial, sostuvo que "está bien, pero hay una propuesta de cerrar caminos; la última modificación a la ley de lemas lo logró con creces, porque es ampliamente restrictiva, inconstitucional y antidemocrática".
Fue entonces cuando, consultado puntualmente sobre qué haría con la polémica norma en caso de llegar a la Gobernación, Binner sentenció: "Derogarla. No tendría ninguna duda".
Por la tarde, y cuando La Capital le preguntó si esa afirmación era una expresión de deseo o el primer objetivo tras su hipotético desembarco en la Casa Gris, el intendente dijo que se trata de "una decisión política, que será compartida por el 97 por ciento de la sociedad santafesina", según los sondeos que el socialismo viene realizando. Y descerrajó una ironía: "No sé si lo habrán encuestado al gobernador (Carlos) Reutemann".
Ni lerdo ni perezoso, Bravo aprovechó para potenciar las chances electorales de Binner. Al referirse al ahorro de palabras que caracteriza al intendente, y tras enfatizar que "él es mi candidato", bromeó: "Es otro Reutemann, y por eso va a ganar".
Pese al nuevo respaldo público del binomio del PS, Binner no soltó prenda y sacó a relucir su escudo: "Hay una sola elección convocada, la de presidente y vice". De todos modos, una alta fuente partidaria deslizó a este diario que existe "un 95 por ciento" de posibilidades de que el intendente se sume a la grilla de postulantes.
Por su parte, Bravo se centró en la cuestión que en los últimos días se convirtió en el eje del debate preelectoral. "Vivimos como rehenes del PJ, que no pudo definir su interna y el pueblo ahora tiene que dirimirla", se quejó el diputado, quien subrayó que "hay fraude desde el principio" y denunció que algunos partidos "violaron las normas haciendo propaganda antes de tiempo".
Por eso, disparó: "No me extraña lo que pueda llegar a pasar el 27 de abril próximo, pero espero que no ocurra. Sería rebajar nuestra condición de país democrático a una republiqueta bananera".
Tras insistir en que no bajará su candidatura para favorecer con sus votos al ARI, Bravo le siguió apuntando a su ex socia política y ahora rival, Elisa Carrió, por tener como compañero de fórmula al demócrata mendocino Gustavo Gutiérrez, quien "le hace conexión con las empresas" (ver página 18).
Giustiniani, a la hora de analizar las dificultades para consolidar un polo progresista en la Argentina, también rememoró los permanentes cortocircuitos con los dirigentes aristas.
"Estamos convencidos de que las coaliciones son necesarias, no sólo en pos del triunfo en una elección sino para luego poder gobernar en sentido positivo", precisó el legislador.
En esa línea, Giustiniani consideró que plantear una coalición a 16 días de la realización de los comicios "es un chiste, sobre todo después de haber elegido a un hombre de derecha como Gutiérrez".
Interrogado sobre la factibilidad de limar asperezas, Bravo la supeditó a que "se entienda cómo es una coalición de fuerzas", algo que, según evaluó, se contrapone "a la sumisión de estar diciendo todo el tiempo «sí jefe, no jefe»".
Por último, su compañero de fórmula resaltó que "es fundamental que la foto del 28 de abril refleje que la reflexión de la sociedad, en especial tras lo vivido en diciembre de 2001, sea por el cambio".
Estrenando aliados
A las 20.45, Bravo, Giustiniani, Binner y la ex concejala Mónica Peralta (agrupación radical Moisés Lebenshon) subieron al escenario de la colmada sala del Sindicato Luz y Fuerza de Rosario para comenzar el acto en el que el binomio recibió el respaldo de los jóvenes ucerreístas.
Peralta explicó que hace más de un mes su sector decidió apoyar a la fórmula socialista debido a que "representa cabalmente las ideas y los principios que siempre abrazó esta organización".
Una batucada marcó el ritmo de la convocatoria, y desde la platea se repitió a viva voz la consigna "se siente, se siente, Bravo presidente". El color lo pusieron varias banderas radicales de distintas seccionales de la ciudad, junto a globos rojiblancos y albicelestes. De cara al escenario, casi la totalidad del gabinete municipal y de los concejales oficialistas dieron el presente.
En ese marco, un Bravo enfundado en una blanca guayabera agradeció el respaldo de los jóvenes radicales y los instó a votar "a conciencia", porque "tenemos la oportunidad de apostar a un verdadero cambio y no a propuestas maquilladas de progresismo".
La Ciudad
