La posibilidad de que se cometa fraude en las elecciones generales del próximo 27 de abril se instaló ayer de lleno como tema de campaña entre los candidatos presidenciales, y enrareció aún más el clima preelectoral.
Aunque el gobierno de Eduardo Duhalde desestimó las denuncias en ese sentido, llamativamente, el postulante del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner, bendecido por el oficialismo, dijo "no tener ni fuerzas ni elementos tremendamente probatorios para desmentir o afirmar" los rumores sobre la desconfianza de algunos sectores en el ministro del Interior, Jorge Matzkin, por considerarlo cercano al menemismo.
En polémicas declaraciones, Elisa Carrió, candidata por el ARI, afirmó que "el fraude será cruzado", entre los candidatos del PJ, tendrá características "violentas" y efectivamente "se realizará".
De vuelta en la Argentina tras su visita al Vaticano y Madrid, Duhalde advirtió que "las cosas que se dicen son dichos de candidatos, algunos de ellos porque no pueden juntar los fiscales y otros porque expresan así su inseguridad".
El jefe del Estado aseguró entonces que el día de la elección se tomarán "todos los recaudos para evitar cualquier tipo de dificultades", como las que advirtió, por caso, Carrió, quien vaticinó que "habrá un fraude cruzado" entre sus rivales justicialistas.
"Esto va a ser violento porque antes era uno solo el que hacía fraude, pero como ahora son tres del mismo sector, que se conocen las mañas, la pelea va a ser de fraude cruzado", afirmó la actual diputada en referencia a Carlos Menem, Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá.
Pero la réplica a Carrió no tardó en llegar, sobre todo por sus declaraciones en las que dijo que se va a llegar al 25 de mayo sin saber quién es el presidente: el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, calificó de "irresponsabilidad" hacer esas afirmaciones.
Atanasof manifestó su "alarma" por "los candidatos que instalan sospechas de fraude porque las encuestas no los favorecen. Es una irresponsabilidad, no se puede jugar con la transparencia de los comicios -continuó-. Si tienen algo que denunciar, que lo hagan ante la Justicia".
Duhalde precisó, a su vez, que además del ensayo electoral del domingo -en el que él mismo participará-, el gobierno va a invitar a que "cada uno de los candidatos tenga académicos en materia informática para garantizar que esta elección sea la culminación de una transición que se ha propuesto entregar (el poder) el 25 de mayo".
El presidente minimizó, por lo tanto, las denuncias de fraude, al señalar que los candidatos "están en campaña", y volvió a ratificar que el gobierno "garantizará que las elecciones sean transparentes".
Remarcó, en tal sentido, que como "hay muchos candidatos que no pueden contar con 75 mil fiscales" el día de la elección, tomó la decisión de pagarles 100 pesos a los presidentes y vicepresidentes de mesa para que controlen la elección.
Sugestivamente, Kirchner, el candidato apoyado por el oficialismo, dijo no tener "ni fuerzas ni elementos tremendamente probatorios para desmentir o afirmar" los rumores sobre la desconfianza de algunos sectores en el ministro Matzkin, por considerarlo cercano a las filas del menemismo.
Según indican esas versiones, las sospechas fueron deslizadas por algunos comandos de campaña, incluido el del gobernador patagónico, a raíz de la supuesta empatía que con Menem tienen algunos funcionarios.
El subsecretario de Interior, Cristian Ritondo, afirmó, por su parte, que "no hay ninguna posibilidad" de que se postergue la fecha del ballottage, prevista para el 18 de abril, si se producen impugnaciones judiciales en la primera vuelta del 27 de abril.
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La Ciudad
