El Ministerio de Salud de la provincia distribuirá en las 3.500 escuelas públicas y privadas santafesinas un cuadernillo sobre educación sexual que contiene información sobre métodos anticonceptivos. La iniciativa -anunciada ayer por el titular de la cartera sanitaria, Fernando Bondesío- reconoce tácitamente que la ley de educación sexual se cumple poco y nada, a pesar de que ya tiene 11 años en vigencia. "Tenemos que salir con un mensaje enérgico, porque que hay chicas de la primaria que van a clase con su bebé ya lo sabemos nosotros, que antes las atendemos en los partos", advirtió el ministro.
La experiencia de los directores de escuelas públicas provinciales confirma que se habla de educación sexual mucho más de lo que se la practica. "Desde Educación rara vez mandaron algo, por no decir nunca", respondió una directora a La Capital a la pregunta de si las escuelas reciben material o capacitación sobre el tema. Al mismo tiempo, todos los directivos consultados dicen que corre por su cuenta salir a "apagar incendios" ante el aumento de embarazos entre alumnas de la EGB, abusos y violaciones.
En un intento por saldar esa deuda, ahora Salud repartirá este cuadernillo en todos los establecimientos educativos, aun los confesionales, tanto de la EGB como del polimodal. El material, que está a punto de ingresar en imprenta, será parte de las acciones que se lleven adelante en el marco de la ley provincial de salud reproductiva, aprobada hace casi dos años.
"Vamos a brindar información sobre educación sexual, detallar los métodos anticonceptivos que existen y sus recomendaciones de uso. Para que, después, cada uno pueda decidir de acuerdo a sus convicciones morales", aseguró Bondesío, a la par que apuntó que los contenidos del instructivo se están consensuando con la comisión encargada de implementar la ley, donde hay representantes de Educación, organismos no gubernamentales que trabajan en el tema y otros especialistas en la materia.
La primera reunión de esa comisión se realizó a fines de diciembre pasado. Y, según aseguró Bondesío, allí se acordó avanzar con un plan que fije dos prioridades: formar capacitadores que promuevan la planificación familiar y, al mismo tiempo, distribuir pastillas anticonceptivas y colocar DIU, cuando las pacientes de los centros de salud demanden ese método.
Pero la norma no sólo contempla acciones sanitarias, sino que una de sus patas fuertes se apoya en la educación. Y ahí aparece el problema. Porque si ya existía desde hace 11 años una ley de educación sexual en Santa Fe, ¿cómo es que aún pasa tan poco al respecto en las escuelas?
Y la pregunta no es retórica sino un eco de lo que, en privado, se formulan maestros y directores que dicen enfrentar el tema de motu propio y a su leal saber y entender. Esto es, llevando médicos a dar charlas, informándose por su cuenta y enfrentando como pueden el incremento de embarazos adolescentes en el aula.
Promesa de "difusión"
Sin embargo, la jefa del Departamento de Programación y Desarrollo Curricular de la cartera educativa, Andrea Pacífico, a la vez delegada de ese ministerio en la comisión de Salud Reproductiva, aseguró que la ley de educación sexual se cumple y que ahora, para aportar a la nueva norma, se hará simplemente "más difusión del tema".
La funcionaria se encargó de remarcar que la bibliografía que se distribuya tendrá en cuenta "todos los aspectos porque toca muy cercanamente el tema de los valores y la conciencia". Por ende, incluirá "desde las enseñanzas de la Iglesia hasta las posiciones contrarias de las ONG" para garantizar que se tengan en cuenta la dimensión ética y la libertad individual. En síntesis, Educación participará de la aplicación de la ley de salud reproductiva "reforzando" lo que, según Pacífico, ya venía impulsando la ley de educación sexual.
Otra, sin embargo, es la versión que surge de las propias escuelas. "Diría que tenemos un caso de embarazo de nenas por año. Las dejamos venir con sus bebés, les damos permisos especiales, charlamos con ellas, pero que yo sepa nunca llegó bibliografía ni nada desde el ministerio; todo surge de lo que las maestras pueden hacer o de lo que lisa y llanamente te impone la realidad", se sinceró una vicedirectora rosarina.
La opinión fue recurrente. "Creo que una vez una supervisora aconsejó que hiciéramos algo sobre ese tema, pero con sinceridad es la propia situación que se vive la que va obligando a ocuparse: chicas embarazadas, abusadas por el padre o el hermanastro, hasta violadas", confirmó otra directiva del macrocentro.
Y un malentendido resultó revelador. Ante una consulta telefónica de este diario acerca de si alguna vez recibieron orientación del ministerio referida a la problemática de educación sexual, otra directora respondió: "No, está equivocada, usted debe querer hablar con la escuela técnica que también funciona acá, porque esta es una primaria".
Una paradoja, siendo que la ley de educación sexual debería abarcar todos los niveles educativos, "de manera programática", como "un contenido transversal" y nada menos porque constituye "una demanda de la sociedad hacia la escuela", según reza con claridad meridiana la reglamentación de esta norma.
Lo que aparece puesto en el tapete es qué información sobre el tema llegó efectivamente a las escuelas. "Me animo a decir que no les mandaron ni medio", arriesgó el ministro Bondesío, y afirmó que es fundamental la participación de Educación para que las políticas que emanan de Salud tengan un correlato de formación en las escuelas. "Si no, estamos sólo nosotros apagando incendios, cuando el trabajo pasa primero por el aula, por cultura y por otros niveles de gobierno", aseguró.
La Ciudad
