Las compañías aéreas British Airways y Air France anunciaron ayer que suspenderán definitivamente, por motivos comerciales, los vuelos supersónicos de sus aviones Concorde el 1 de noviembre venidero. El presidente de British Airways, Rod Eddington, dijo ayer en Londres que ya no tenía sentido seguir operando los vuelos. Los siete aviones Concorde británicos ya fueron prometidos a varios museos, que los exhibirán como una de sus atracciones.
El presidente de Air France, Jean-Cyril Spinetta, dijo en París que la suspensión definitiva de los vuelos costará entre 30 y 50 millones de euros en pérdidas.
Air France interrumpirá los vuelos el 31 de mayo, aunque es posible que hasta el 1 de noviembre aún se realicen algunos vuelos individuales. "Lamentamos esta decisión, pero desafortunadamente era muy necesaria", afirmó Spinetta.
Los vuelos de los Concorde, que se iniciaron hace 27 años, ya no son rentables debido al constante aumento de los costos de mantenimiento y por la caída del número de reservas a causa de la crisis económica mundial y la guerra en Irak.
Según la emisora BBC, los recientes vuelos de los Concorde estaban medio vacíos debido a que muchos hombres de negocios ya no quieren pagar los altos precios de los pasajes. El boleto Londres-Nueva York- Londres por British Airways cuesta actualmente unas 4.000 libras (alrededor de 6.200 dólares).
Ayer, por ejemplo, un Concorde de Air France despegó de París a Nueva York con sólo 12 pasajeros. De las 92 plazas del avión, sólo había 16 reservadas, dijo un trabajador de la aerolínea en el aeropuerto parisino Roissy-Charles de Gaulle.
En la Bolsa de París se hizo sentir la noticia: la acción de Air France bajó a la mañana un 2,37 por ciento, a 9,49 euros.
British Airways dijo que la empresa Airbus, fabricante de los Concorde, había confirmado la necesidad de reforzar el programa de mantenimiento de los aparatos. Ante esta situación, la aerolínea británica decidió que no tenía sentido seguir invirtiendo en estos aviones, dada la caída general de los ingresos del sector. Airbus se mostró comprensivo con esta decisión, "especialmente en las condiciones económicas actuales", agregó.
El Concorde, el único jet supersónico utilizado en la aviación civil que alcanza una velocidad de 2.100 kilómetros por hora, tuvo un solo accidente mortal en su historia, en julio de 2000, en el que murieron 113 personas, al estrellarse un aparato poco después de despegar del aeropuerto parisino Charles de Gaulle.
Antes del accidente, British Airways ofrecía dos vuelos diarios de Londres a Nueva York y dos de vuelta. Después del incidente, esta frecuencia se redujo a uno. Los Concorde tuvieron que posponer varias veces su despegue por problemas técnicos.
Después de esta tragedia, los Concorde dejaron de volar durante 14 meses, para regresar a los cielos con una serie de medidas de seguridad adicionales. Sin embargo, los directivos explicaron que las cuestiones de seguridad no tuvieron nada que ver con la medida, ya que los Concorde están a la altura de las exigencias actuales en esa materia.
Un avión maravilloso
Air France cuenta en su flota con cinco aviones Concorde, mientras que British Airways tiene siete. "Estamos muy orgullosos de haber realizado vuelos con este avión maravilloso y único en su género en los últimos 27 años", afirmó en Londres el presidente de British Airways, quien habló del "fin de una era fantástica en la aviación mundial". El fin de los vuelos Concorde fue "una sobria decisión de negocios", agregó.
Con el anuncio del final anticipado de los aviones Concorde culmina una de las aventuras más fascinantes de la aviación civil. Durante 27 años el elegante jet blanco fue la única aeronave de pasajeros que surcó el cielo sobre el Atlántico a la velocidad del sonido.
Creado hace más de tres décadas por los políticos, el avión fue un desastre económico. Los grupos ecológicos lo criticaron como un "juguete caro" que costaba inmensas sumas al bolsillo del contribuyente y apestaba el aire con su gran consumo de querosén.
Los Concorde fueron concebidos en 1956 y recibieron su nombre del presidente francés Charles de Gaulle en 1963. El primer test se realizó en marzo de 1969 en Toulouse y un mes más tarde hubo otro en Gran Bretaña, pero el servicio comercial no se inició hasta enero de 1976.
El servicio consiguió ganancias moderadas durante la mayor parte de su vida, pero fue en su papel como buque insignia que mejor sirvió a Air France y British Airways. (DPA y Reuters)k
La Ciudad
