Racing Club goleó anoche a Nacional de Montevideo 4 a 1 en Avellaneda y obtuvo una lujosa clasificación para la segunda fase de la Copa Libertadores de América.
Desde el comienzo Racing salió a ganar el duelo rioplatense frente a un rival con tradición copera. La Academia expuso un notable funcionamiento colectivo con individualidades que se destacaron en gran nivel, como Diego Milito.
El conjunto de Avellaneda estuvo muy sólido atrás, cada avance lo gestó en base a juego asociado y fue profundo en la ofensiva.
El anfitrión se puso en ventaja y la superioridad fue tan apreciable que además del segundo, Milito tuvo en sus pies chances para el tercero y el cuarto, pero el freno se lo puso el arquero Gustavo Munúa.
Sixto Peralta convirtió gracias a la presión que ejercieron sus compañeros mediocampistas. El sureño entró libre y tiró cruzado, abajo y a la izquierda del guardavalla.
A Racing se le había simplificado la tarea por la prematura expulsión de Walter Peralta, por una infracción contra Carlos Arano.
Racing fue inteligente, preciso y contundente cuando atacó y cuando recurró a un contraataque lo hizo con velocidad y movilidad. Milito sobresalió porque se ocupó de la creatividad y la definición.
El complemento sirvió para asegurar la victoria con dos tantos del Cóndor Rueda. En síntesis, fue la noche de Racing, pero por sobre todo fue la noche de Milito. (DyN)
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La Ciudad
