Alejandro Cachari / La Capital
"Cuando está completo el mediocampo de Chacarita es uno de los que más me gusta. Guarda eh, cuando juegan todos". El primer apunte toma como referencia el pensamiento de Miguel Angel Russo respecto de su adversario del sábado en San Martín. Y abona la factibilidad de alguna variación en el sistema táctico canalla, que quedó prácticamente consumado ayer y que seguramente será confirmado hoy. El técnico no dio, nunca lo hace, demasiados datos sobre la forma en que afrontará el choque televisado que dirigirá Roberto Ruscio, pero no era, menos ahora, descabellado pensar en variantes. De hecho, las implementó en casi todo el torneo hasta aquí a pesar de que el saldo fue favorable, al menos hasta la victoria en el clásico. La preocupación, o más bien respeto, por el sector medio del equipo de Pastoriza merodea por la cabeza del entrenador canalla y ello, en el comienzo de la semana, sugería que podría derivar en una modificación del sistema táctico. Pero parecía prematuro asegurarlo. Bien podría decirse ahora que Central, a 48 horas de su próximo partido, va a jugar diferente. O al menos se va a parar de otra manera. "No dije que íbamos a jugar con 3 ni con 4. Además esas son cuestiones relativas. No estoy atado a un sistema", confesó Russo el martes minutos después de dar la primera pauta de que podría cambiar en el fondo cuando ubicó a Carbonari como último hombre, a Talamonti por derecha y al Cata Díaz por izquierda. Eso le permitiría emparejar numéricamente a Chacarita en el medio con el adelantamiento de Ferrari y Papa. Está bastante claro que Vitamina Sánchez volverá a quedarse sin la titularidad y que el resto no se mueve. El ida y vuelta de Rivero, en menor medida de Romero, la soltura de Rosada y la velocidad y ductilidad de Matías Delgado están en la mente del DT auriazul. La ausencia de Mignini no es soslayable para Russo. Está claro que Mea Vitali es un buen jugador, pero no alcanza la dimensión del capitán funebrero. Tampoco deja de pensar en Matías Delgado. Y conoce de memoria a Román Díaz, el hermano de Rodrigo que juega en Lanús y por el que Miguel peleó infructuosamente para que se quedara en la entidad granate cuando dirigía al club sureño. Todos esos datos figuran en la carpeta prepartido. Ahora, con un desarrollo imaginario en la cabeza, Russo deberá buscar la vuelta para encontrar el Central más competitivo que pueda poner en cancha para disputar la 9ª fecha del Clausura. En eso está y expone sus razones (ver aparte). Por lo pronto, todo parece indicar que Central afrontará la chance de cortar la racha de dos partidos sin victorias con un esquema que, más allá de declararse como más ofensivo o defensivo, intentará compensar a un equipo al que todos empezaron a conocer mucho más. Está claro, y así debe ser, a las precauciones de los rivales Central les responderá con sus propias variantes. Puede funcionar o no, pero es un giro que aparece como interesante.
| |