Efemérides

De 1963: Muere el polifacético Xul Solar
Fallece el excepcional pintor, inventor y astrólogo argentino Xul Solar. Su verdadero nombre era Oscar Agustín Schultz Solari. Aunque es su admirable pintura la que destaca a este artista, no pueden perderse de vista sus obra de astrólogo, experto en religiones, músico, inventor de juegos (como el "Panajedrez"), filólogo (inventó la "Panlengua" y el "Neocriollo"), matemático, creador de títeres y escritor. Hablaba diez idiomas, condición que facilitó sus investigaciones. De padre alemán y madre italiana, había nacido cerca de Buenos Aires, en San Fernando, el 14 de diciembre de 1887. Luego de una variada educación partió hacia Europa, donde se radicó por doce años. Allí conoció los movimientos de vanguardia, se encontró con Pettoruti y expuso en Milán y en París. A su regreso al país se integró a la vanguardia local y comenzó a exponer regularmente, actividad que, con mayor o menor intensidad, continuaría hasta sus últimos días.
De 1821: Nació Charles Baudelaire
Nació en Francia el poeta Charles Baudelaire, conocido por muchos como "el maldito", por el tono y los temas que abordaba. Junto a Rimbaud y Mallarmé integró la línea de los poetas soberbios. Su obra más destacada fue "Las flores del mal" (1857). Murió el 31 de agosto de 1867.

De 1943: Murió Frank Brown
Murió en Buenos Aires el payaso Frank Brown, célebre personaje que reinó en el mundo del espectáculo entre fines y principios de siglo pasado. Fue un artista incomparable y un hombre de profunda cultura, admirado por los intelectuales de la época. Nació en un pueblo cercano a Londres en 1858 y se hizo payaso para continuar con la tradición familiar. En 1884 llegó a Buenos Aires para trabajar en el teatro Politeama, pensando que esta ciudad sería sólo un punto más de su gira. Pero conquistó a los porteños, grandes y chicos, y eligió quedarse en el país. Desde entonces consideró a la Argentina como su patria por elección. Con un exquisito manejo del humor hizo reír durante muchos años a un público que lo adoraba, y entre sus admiradores se contaron Rubén Darío, Roberto J. Payró, Roca, Carlos Pellegrini y Domingo Faustino Sarmiento. Con un estilo distinto al del payaso criollo, Brown aparecía en las carteleras como "El rey de los clowns", y los niños lo aclamaban cuando lanzaba golosinas de una cesta a las tribunas al grito de "A mí, a mí Flon Blon" (sic). En 1924 se despidió del circo y se retiró a una casita de Colegiales. Hasta los 84 años fue un lúcido lector que gozaba de su importante biblioteca y conservó su arrogante estampa de caballero.