Año CXXXVI
 Nº 49.806
Rosario,
martes  08 de
abril de 2003
Min 8º
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cartas
¿Con Menem vivíamos mejor?

Te acordás hermano, qué tiempos aquellos... Un afiche preelectoral nos hace recordar a los argentinos que en tiempos del menemismo se vivía mejor. Fijate mi caso: yo antes tenía que dejar las cobijas de madrugada para ir a trabajar todo el día vestido con un mameluco engrasado. Ahora que Carlitos arrasó con las fábricas y liquidó las empresas nacionales, se terminó el laburo. Me veo limpito y hasta más gordito, apoliyando hasta media mañana, como gato infértil. Esto es vida. Cuando estaba aburrido, calzaba mi gorro de piquetero y me iba a cortar calles y rutas y, de paso, ver la cara de amargados de los que aún laburan y que para colmo nos tienen que mantener... Con Carlitos dejamos de exportar porque no fabricábamos nada. No valía la pena. Hasta la última porquería llegaba del exterior y a precios irrisorios. De esta manera evitamos la llegada de grandes barcos que contaminaban nuestros mares y ríos interiores y de paso se llevaban nuestras riquezas. En tantos años sólo conseguimos exportar chatarra pesada y explosiva a Croacia y Ecuador. Con Carlos Saúl los argentinos mandábamos dólares al exterior, a carretilla llena. Qué tiempos aquellos, hermano, que nuestro líder era un ejemplo de unidad familiar. Los tenía a todos en su entorno: esposa, hijos, hermanos, cuñados, cuñadas, primos, paisanos. Toda gente patriota, honesta y de prontuarios inmaculados. Cuántas veces hermano, para conocer algo de la "Cosa Nostra" debíamos ir al cine o leer libros. Y cuántas más te puedo contar... Quizás las urnas, muy pronto, marquen su retorno y así terminaremos con esta etapa de "vivir peor". Ya me lo veo a Carlos Saúl, candado en mano, liberándonos de esas fábricas que, aprovechando su ausencia, reabrieron sus puertas y hoy nos arruinan el medio ambiente con un humo irrespirable.
Lucas L. Riboins


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