Pedro Squillaci / La Capital
Buenos Aires (enviado especial).- Susana Giménez y Mirtha Legrand tuvieron el día que soñaron. Nada les pudo salir mejor. La Chiqui volvió con sus almuerzos, se lució, les pegó a los políticos y apunta a volver a reinar en los mediodías por América. Susana le puso espontaneidad, buen humor y frescura a su regreso a la pantalla de Telefé. Y como si esto fuera poco, se dio el gusto de tener a la Legrand en su programa. "Esta reunión les servirá mucho a los argentinos", exageró Mirtha. Después se abrazaron y Su le dijo "te amo". El ciclo "Susana Giménez" es, fue y seguirá siendo siempre igual. En eso también se parece a los almuerzos de Chiquita. Su quiso ser original con una presentación en la que se vio Argentina, de Purmamarca a los Hielos Continentales. Y en medio, ella, con el glamour inquebrantable. La diva del teléfono arrancó con un mensaje para que vuelvan los que se fueron del país y apeló a la sorpresa con la presencia de Carlos Calvo y Arturo Puig, en una suerte de invitados ocasionales; Tomás Fonzi, como guitarrista de la banda estable, y Marley, que hizo de Susano por un rato. En un homenaje a Hugo Sofovich, hizo el sketch de Susana Spadafuccile, y contó con Mónica Ayos, Juan Carlos Calabró y Emilio Disi. Lo mejor de ese bloque fue cuando apareció Adolfo Rodríguez Saá, quien se puso el casete y aseguró estar primero en las encuestas. También hubo una breve visita de Daniel Scioli. El plato fuerte fue, sin duda, la presencia de Mirtha. Vestida de rosa y con cabello recogido, la Legrand se apropió rápidamente del espacio y por momentos parecía las conductora del programa. Recordaron cuando comían juntas, acompañadas de Daniel Tinayre y Carlos Monzón, y la Chiqui habló de Villa Cañás y los días en que vivió en Rosario, y de cómo dejó a un militar cordobés para ponerse de novia con Tinayre, además de insistir con que va a votar a Ricardo López Murphy. En la despedida, Mirtha afirmó que "Argentina renacerá" y con lágrimas en los ojos le dijo a Susana: "Es que vos me emocionás siempre". En cambio al mediodía y por América, Mirtha, radiante como siempre, en su vuelta con el tradicional "Almorzando con Mirtha Legrand" después de unos largos 14 meses de ausencia en la pantalla, dijo: "No van a conseguir que llore". El programa se caracterizó por tener más política que humor, y por conservar una magia intacta pese al paso del tiempo que sólo puede salir de una galera como la de Chiquita. Unos cincuenta periodistas se apostaron una hora antes del comienzo de "Almorzando con Mirtha Legrand" en la entrada de América TV. A las 11.35 llegó un ramo de flores de Susana Giménez que rezaba "Te llevo en mi corazón". Minutos después comenzaron a traer algunos muebles para el decorado, flores de Roberto Giordano desde París, de Adrián Suar desde Canal 13, y tarjetas de amigos, empresarios y estrellas del espectáculo. El primer invitado en llegar fue Nito Artaza. Mirtha llegó al set a las 12.20. Estaba impecable. Miró al corralito repleto de periodistas, fotógrafos y camarógrafos de todo el país, levantó la mano y regaló una breve pero cálida sonrisa. La Legrand parecía tranquila, pero no del todo. "Esta es la emisión número 2317 de los almuerzos" dijo la señora que estuvo 10 días sin comer para lucir mejor que nadie un vestido de chifón negro con flores de terciopelo, colgantes muy top y hasta un anillito de Racing. Cuando terminó el primer bloque, entraron presurosas una peinadora y una maquilladora, que le acomodaron el cabello y le pusieron polvitos en la cara, como si hiciera falta. Juan Castro, Enrique Pinti y Soledad Silveyra fueron, junto a Artaza, los invitados de la primera mesa del ciclo. Salvo el conductor de "Kaos", nadie probó bocado. Y eso que lo que estaba en la mesa no era para despreciar: jamón crudo con muzzarella y albahaca, pollo con papas y peras al almíbar. La política mandó en la mesa. "Siento que la Argentina renace", dijo Mirtha, y se mofó de las fortunas de los candidatos a presidente, dadas a conocer por las declaraciones juradas publicadas en un diario. Mirtha le dio lugar a todos en la mesa, y hasta le preguntó por su papel en "Gran Hermano" y a Castro por su sexualidad, dos preguntas cantadas que quizá no tuvieron la profundidad que hubiese deseado la gente. Cuando todo terminó, anunció a Jorge Lanata como invitado exclusivo para hoy y respiró profundo. Eso sí, en ningún momento perdió la sonrisa, y menos para las fotos.
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