Año CXXXVI
 Nº 49.806
Rosario,
martes  08 de
abril de 2003
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Se cumplen 30 años de la muerte del artista español
Pablo Picasso continúa siendo el principal ícono del arte moderno
Los especialistas coinciden en que el cubismo fue la invención cumbre del célebre pintor malagueño

A treinta años de su muerte, aniversario que se conmemora hoy, la vida del español Pablo Picasso sigue cosechando adhesiones y rechazos entre críticos e investigadores de arte que, sin embargo, coinciden en que su obra reúne como ninguna el carácter de ícono excluyente del siglo XX.
Eran las 10.40 de la mañana del 8 de abril de 1973 en Notre Dame de Vie (Francia), cuando un infarto de miocardio se llevó -a los 91 años- a quien fuera el exponente más representativo del arte moderno. Jacqueline Roque, su última esposa, un médico y un mucamo corrieron a auxiliarlo pero todo resultó inútil: el creador del "Guernica" ya no daba señales de vida. Era el turno de las biografías, los homenajes y las efemérides.
Nació en Málaga (España) en 1881 y tenía ocho nombres: Pablo, Diego, José, Francisco de Paula, Juan Nepomuceno, Crispín, María de los Remedios y Cipriano de la Santísima Trinidad. Era hijo de un profesor de dibujo, José Ruiz Blasco, y una ama de casa, María Picasso López.
Artista polifacético, Picasso fue único y genial en todas sus facetas: inventor de formas, innovador de técnicas y estilos y artista gráfico y escultor. Fue uno de los creadores más prolíficos de toda la historia, con más de 20 mil trabajos en su haber.
El genio del pintor y escultor se puso ya de manifiesto desde fechas muy tempranas: a los 10 años hizo sus primeras pinturas y a los 15 aprobó con brillantez los exámenes de ingreso en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, con su gran lienzo "Ciencia y caridad" (1897), que representa, dentro aún de la corriente academicista, a un médico, una monja y un niño junto a la cama de una mujer enferma, obra que ganó una medalla de oro.
Los temas de la obra de Edgar Degas y Henri Marie Raymond de Toulouse Lautrec, así como el estilo de este último, ejercieron una gran influencia sobre el artista: el cuadro "Habitación azul" (1901) refleja el trabajo de ambos pintores y, a la vez, muestra su evolución hacia el período azul, así llamado por el predominio de los tonos azules en las obras que realizó durante estos años.
Durante esa etapa, Picasso reflejó la miseria humana, con trabajadores extenuados, mendigos, alcohólicos y prostitutas, representados con cuerpos y formas ligeramente alargadas, recordando el estilo de El Greco. Poco después de establecerse en París en un desvencijado edificio conocido como el Bateau-Lavoir, el pintor conoció a su primera compañera, Fernande Olivier. Con esta relación Picasso cambió su paleta hacia tonos rosas y rojos, los años 1904 y 1905 se conocen, así, como período rosa.

Su otro yo
Sus temas se centraron en el mundo del circo, que visitó con gran asiduidad, creando obras como "Familia de acróbatas" (1905, National Gallery, Washington). En la figura del arlequín, Picasso pintó su otro yo, su alter ego, práctica que repitió también en posteriores trabajos.
Al poco tiempo conoció a la escritora norteamericana Gertrude Stein, quien le presentó a un amigo que -de inmediato- captó que el que tenía enfrente era un artista; le compró varias telas por 800 francos. La miseria había terminado.
El célebre "Retrato de Gertrude Stein" (1905-1906, Metropolitan Museum of Art, Nueva York) revela un tratamiento del rostro en forma de máscara. La obra clave de este período es "Las señoritas de Avignon" (1907, Museo de Arte Moderno, Nueva York), tan radical en su estilo que no fue entendido, incluso, por los críticos y pintores vanguardistas de aquel momento.
Frente a la pintura tradicional, Picasso rompe con la profundidad espacial y la forma de representación ideal del desnudo femenino, reestructurándolo por medio de líneas y planos cortantes y angulosos.
Inspirados por el tratamiento volumétrico de las formas pictóricas de Paul Cézanne, Picasso y Georges Braque pintaron en 1908 una serie de paisajes dentro de un estilo que un crítico describió después como si hubieran sido hechos a base de "pequeños cubos", imponiéndose así el término cubismo.
Entre 1908 y 1911 trabajaron en estrecha colaboración dentro de esta línea de descomposición y análisis de las formas, desarrollando juntos la primera fase del cubismo, conocida como cubismo analítico.
El cubismo -que es a la pintura lo que la mecánica cuántica a la física- fue un arte preocupado por la interacción entre la estructura y el movimiento; entre los cuerpos sólidos y el espacio en torno a ellos; entre los signos de la superficie de un cuadro y la realidad cambiante que representan.
Los especialistas coinciden que el cubismo fue la invención cumbre de Picasso, aunque después siguiera pintando. En 1917, por consejo de Jean Cocteau, se hizo cargo de la escenografía y el vestuario del bailarín ruso Sergei Diaghilev.
Su cuadro más famoso es sin dudas el "Guernica", inspirado en el bombardeo que sufrió ese pueblo español a manos de los nazis y el ejército de Franco. Fue una obra pintada en muy poco tiempo, y que quedó como emblemática contra los horrores de los que son capaces los hombres. Por algo, hace poco una réplica de esta obra que está en la ONU fue tapada para evitar que los funcionarios norteamericanos hablaran delante del cuadro, justamente cuando anunciaban que iban a destruir Irak.
La obra del artista se expuso en innumerables ocasiones. La más inusual fue la que le dedicó el Louvre en 1971 con motivo del 90 cumpleaños del artista: nunca se había expuesto en el museo parisino la obra de ningún artista vivo. (Télam)



"Guernica", una obra emblemática del español.
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