La apreciación del peso frente al dólar genera preocupación en el sector de la agroindustria. Mientras funcionarios de la cartera económica minimizan el impacto negativo en la recaudación, los industriales de Armstrong y Las Parejas perciben que los esfuerzos realizados para conquistar otros mercados podrían traducirse en negocios "poco o nada rentables". La preocupación del sector también se centra en que el hombre de campo esta perdiendo rentabilidad como consecuencia de la caída del precio de los granos. De hecho, las fábricas de implementos del departamento Belgrano no se resignan a contemplar una posible disminución de la demanda.
Orlando Castellani (Ombú), Rogelio Magnoni (Erca), Carlos Capisano (Acerías 4C), Haroldo Scarpeccio (Super Walter) y el asesor José Luis Castellarín, todos nucleados en el Movimiento para el Desarrollo y la Defensa de la Maquinaria Agrícola (Modemac), coincidieron que el actual tipo de cambio (1 dólar/3 pesos) anestesiará la naciente reactivación.
Los empresarios fueron reunidos por La Capital para analizar las perspectivas de la agroindustria frente al nuevo tipo de cambio. En ese marco, sostuvieron que las medidas encaradas por el Banco Central para liberar el mercado "no alcanzan para sostener el peso a una paridad semejante a la que tiene la moneda brasileña, el real".
"Nosotros y otros sectores ligados al campo estamos sugiriendo al gobierno nacional que si se mantiene este tipo de cambio, deberá hacer una modificación respecto de los porcentajes de las retenciones. Caso contrario, habrá una disminución de la rentabilidad y los productores dejarán de comprar máquinas agrícolas", sentenciaron.
Luego de definirse el valor que aplicará el Estado para compensar con un bono a los ahorristas con depósitos reprogramados, el dólar volvió a bajar. Analistas y operadores consultados por este diario descartan, por el momento, que haya un repunte de la moneda estadounidense en las pizarras de las casas de cambio.
Los industriales opinaron que el nuevo escenario a partir de la valorización del peso "no beneficia a los empresarios y tampoco a los trabajadores". En ese sentido, se mostraron molestos por el retorno de las importaciones brasileñas que se están haciendo notar en el sector de la fundición.
Señales que preocupan
Para los establecimientos dedicados a la fundición, la situación se complica como consecuencia de la escasez de la chatarra. Las fábricas "no tienen material suficiente para producir y, encima, lo poco que hay parte hacia el exterior (por lo general, Brasil) retornando al país como productos elaborado", explicó Capisano.
"Entendemos que se esta repitiendo el escenario de la última etapa de la convertibilidad, ahora agravado porque no hay una estabilidad de los precios internos", acotó el directivo de la Fisfe.
El Modemac constituye una entidad que intenta estar cerca de las decisiones del gobierno. "Queremos que esta reactivación continúe y pedimos que el nuevo presidente aplique una política de apoyo al sector industrial, tan vapuleado en los últimos años por los vaivenes de la economía nacional", opinó por su parte, Castellani.
Los empresarios del polo explicaron, además, que la valuación del peso frente al dólar esta ocasionando problemas puntuales a empresas que se lanzaron a exportar. Este es el caso de la firma Super Walter que cerró operaciones a un tipo de cambio que hoy no existe en el mercado.
Scarpeccio, titular de Super Walter, opinó que "ganar un mercado en el exterior cuesta mucho dinero y tiempo, pero lo lamentable es que puede perderse de un día para el otro". El empresario contó que en la década del 70 tuvo que interrumpir las ventas al exterior como consecuencia de la apertura económica. "Ahora exportamos nuevamente a Bolivia y hace unos pocos meses cerramos operaciones. Hacemos nuevos cálculos de una operación cerrada en dólares y detectamos que este nuevo tipo de cambio nos provoca una pérdida económica", comentó.
Capisano relató una experiencia similar. La empresa que representa cotizó válvulas en México cuando el valor de la moneda estadounidense con relación al peso era de 3,60. "Ahora tengo que mandar muestras y estoy comprometido, pero tengo que ser sincero: esa operación no me conviene", remarcó.
Por su parte, Magnoni se quejó porque aún no hay una respuesta al pedido de amortización acelerada de los bienes de capital. Esta medida -que consiste en imputar como gasto en el primer ejercicio la compra de un bien de uso- aún no ha sido aprobada por el Ministerio de Economía, a pesar de los insistentes reclamos del sector agroindustrial.
Castellarín informó que el sector solicitó que se prorrogue el reintegro del 14 por ciento para la compra de los bienes de capital, así como también que los aranceles que aplica la Aduana sobre los insumos "no sean idénticos al que se emplea para la maquinaria agrícola".
"Estamos compitiendo con una cotización menor a la que tiene Brasil y eso nos acarrea una pérdida de competitividad. Por eso, el movimiento que representamos pretende que el gobierno nacional elimine las retenciones que se están aplicando al sector industrial", resaltó Capisano.