A fines del siglo XIX el país recibió una corriente inmigratoria que modificaría definitivamente la composición social y cultural. La provincia de Santa Fe fue uno de los lugares preferidos por miles de italianos, españoles, franceses, suizos, alemanes, polacos, judíos, que se asentaron en esta región, fundando colonias y desarrollando una intensa actividad agropecuaria y más tarde comercial. Estas colonias conservan el recuerdo y el patrimonio cultural de aquellos que le cambiaron para siempre la fisonomía a la región: objetos personales, fotos, historias, antiguos molinos y estaciones ferroviarias, obras de arte, fiestas y comidas típicas. Un legado fascinante y tentador para descubrir durante la próxima Semana Santa. Localidades como Esperanza, Rafaela, Gálvez, Moisés Ville, San Justo, Humboldt, Pilar, San Jerónimo Norte, San Carlos, entre otras, ofrecen la posibilidad de tomar contacto con las raíces de la historia provincial. * Esperanza: la sociedad esperancina es dueña de una rica tradición cultural, fruto de la herencia de sus antepasados europeos y el sincretismo criollo. Aquí se realizan anualmente fiestas donde se reflejan el trabajo, las tradiciones y los gustos de la comunidad. En el primer mes del año se realiza la Fiesta del Lago y en septiembre la Fiesta Nacional de la Agricultura y la Fiesta Provincial del Moncholo. * Rafaela: moderna y progresista, se inició como una colonia, fundada por Guillermo Lehmann en 1881, en medio de muchos otros pueblos agrícolas de la zona. Con el tiempo fue transformándose en un emporio agrícola-ganadero, que sirvió de base para la instalación de frigoríficos, fábricas de aceite, galletitas, lácteos y un famoso molino harinero. "La perla del oeste" es reconocida por la práctica de parapente, un deporte de vuelo libre. La plaza principal de la localidad, la "25 de Mayo", es uno de los paseos públicos más hermosos. * Gálvez: la ciudad -cabecera del departamento San Jerónimo- es centro de una gran actividad ruralista y un notable patrimonio cultural. Puede visitarse el Museo Municipal de Artes Visuales Orlando Ruffinengo, con obras de artistas argentinos contemporáneos y objetos que pertenecieron a José Pedroni, en la sala que lleva su nombre. * Moisés Ville: fue el primer asentamiento judío colectivo de la Argentina. Si bien no posee acta de fundación, se mencionan sus orígenes entre mediados y fines de octubre de 1889. En esta ciudad se puede visitar la Asociación Cultural y Biblioteca Kadima (en idish: adelante), fundada en 1909 por los colonos de "Las 12 casas"; y la Biblioteca Popular Barón Hirsch, creada en 1913. El globo terráqueo ubicado sobre su techo a dos aguas y el libro que presenta en su frente simbolizan el conocimiento que atesora en su interior, con unos 20 mil volúmenes en diferentes idiomas. Aquí está la sinagoga Brener, edificio religioso que data de 1905, declarado Monumento Histórico Nacional. El cementerio israelita es el más antiguo del país y por muchas décadas llegó a ser el único. * Humboldt: se destacan como sitios de interés turístico e histórico, la plaza redonda, jamás vista por estos parajes de la colonización; museos; una iglesia protestante de líneas purísimas; magníficas avenidas y parques para acampar. * San Carlos Centro: progresista ciudad nacida de la inmigración europea, que se encuentra en medio de una zona dedicada a la explotación agrícola, ganadera y lechera, que da origen a su potencial industrial. Sus industrias atraen a un importante número de visitantes interesados en conocer la única y tradicional fundición de campanas de Sudamérica, que utiliza un proceso artesanal milenario denominado "a la cera perdida". * Coronda: está situada a 100 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario. Su origen se remonta al período pre-hispano cuando los aborígenes corondas, eran los dueños del territorio. En esta localidad se conjugan de manera armónica dos paisajes diferentes; por un lado, su geografía urbana, y por el otro, el pintoresco río Coronda con su isla natural y sorprendente fisonomía. El producto más característico de esta población es la frutilla. * San Jerónimo Norte: esta localidad no tuvo ferrocarril. Esto fue quizás lo que la hizo más especial, a causa de su aislamiento. Sus plazas, iglesias y arquitectura en general marcan contrastes de riqueza y estrechez. La iglesia posee unos vitrales de notable belleza. Sus viviendas antiguas, de estilo más bien poscolonial, como el antiguo Tiro Suizo -que alberga el museo de la localidad- son una muestra del inalterable paso de los años.
| En Moisés Ville se instaló la primera comunidad de judíos. (Foto: Marcelo Bustamante) | | Ampliar Foto | | |
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