-¿Cuál es la metáfora que se juega en "Suciedad anónima"? -Mediante una relación enfermiza entre un hombre y una mujer la obra intenta mostrar la perversidad con que el capitalismo trata al pueblo. A través de sus deseos, sus amores, sus diferencias comienza a aparecer la hipocresía, la violencia, la injusticia del poder del capitalismo que pide más y más. Y cuando el pueblo, después de ultrajado ya no aguanta más, termina trágicamente con la situación. Pero además esa mujer se da cuenta que sola no podrá y sabe que sumando voluntades podrá salir adelante. "Suciedad anónima" es finalmente un canto a la esperanza. -¿Además de este lenguaje simbólico hay un lenguaje explícito que se expresa a través de los desnudos? -Además de un texto ambiguo, poético por momentos, hay escenas muy crudas. Y los desnudos están justificados desde lo argumental. Sobre el final de la obra, el tipo viola a la mujer y no podría haber una violación sin el previo despojo de las ropas. Fue un trabajo muy arduo porque no quisimos que los desnudos queden descontextualizados del resto de la obra. -¿Por qué en esa metáfora sexual el capitalismo es macho y el pueblo es hembra? -Porque hemos vivido hace cientos de años en una sociedad machista donde el poder siempre estuvo del lado del hombre. Recién hoy vemos un cambio y la mujer ha empezado a ganar terreno. -¿Esta obra es parte de un proyecto más amplio de la Nueva Comedia Rosarina? -El grupo se formó el año pasado cuando pusimos en escena "La gringa" de Florencio Sánchez. Y hoy estamos trabajando en cuatro proyectos. El primero es "Suciedad anónima", el segundo es "Los extraños, historia de cuatro amigos" que se estrena en mayo, y en junio vamos a hacer "Las de enfrente" y "Onilucus etiricus". Excepto "Las de enfrente", las otras obras las escribí yo. -¿Cómo se digiere la experiencia de ser autor y director a la vez? -El dramaturgo, el director y el actor son tres tipos distintos. Tengo cierta reticencia a dirigir obras mías. Esta es la primera vez que dirijo una obra escrita por mí. En algunas actué, pero con algunas reservas. Siempre es mejor ver tu producto desde mucho más lejos. No tengo muchas expectativas de disfrutar completamente de la obra porque la sufro desde dos lugares diferentes. Me encantaría poder sentarme en una butaca como espectador, pero no puedo porque se ponen muchas cosas en juego desde lo ideológico, desde lo estético y desde lo artístico. -¿La obra tiene una lectura ideologizada de esa relación de pareja? -No, porque los diálogos son muy metafóricos. En ningún momento se mencionan las palabras capitalismo, pueblo o revolución. Además ni Soledad Otero ni Raúl Yacopini, los protagonistas, se someten a una lectura contestataria de la obra. Se trata de un drama que lleva escondida la metáfora donde el hombre lo puede todo y la mujer da y da sin pedir nada a cambio. "Suciedad anónima" va los domingos, a las 20.30, en la sala de la Cooperación, Urquiza 1539.
| Los intérpretes se encarnan en el capitalismo y el pueblo. (Foto: Hugo Ferreyra) | | Ampliar Foto | | |
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