Rodolfo Montes / La Capital
Iván Noble dejó a Los Caballeros de la Quema para convertirse en Noble. También abandonó la noche, se casó con Julieta Ortega, formó su propia banda solista y editó "Preguntas equivocadas", el primer disco de su nueva etapa. Pero no está dispuesto a que ninguna ráfaga de fama transitoria lo despegue de sus raíces. "Mis amigos son los de siempre, los de Ituzaingó, Morón, Castelar. Si llegara el día en que mis canciones ya no le interesan a nadie, yo sé que nunca me voy a quedar sólo", le dijo a Escenario. Noble llega puntual a la cita en Palermo Viejo con su clásica y cuidada -desprolija- barba de tres días. Pide un cortado, dos medialunas y jugo exprimido de naranja. Luce fresco y lúcido, ya no es el rocker atravesado por los excesos de la noche profunda. Ahora quiere ganar en la nueva apuesta, la del músico solista, la del hombre adulto. La del creador que pone a prueba una década de trayectoria. "El disco me representa, habla de mí" dijo Iván. "Pero en cuanto a la recepción es puro interrogante" reconoció. -¿Te sentís puesto a prueba en esta nueva etapa? -Esta etapa solista es como empezar un libro nuevo. Y se sufre por el miedo a la hoja en blanco. Se parece bastante a lo que me pasaba hace diez años cuando empecé a tocar, aunque con una gran diferencia, en aquella época lo único que ponía en juego era mi entusiasmo. -¿Ahora te jugás la trayectoria? -Ahora es inevitable la comparación con el trabajo realizado en toda la década pasada, tengo más para perder. Los interrogantes son por ahora muchos más que las certezas. -¿Para qué público es "Preguntas equivocadas"? -Es un disco que no sé quién va a escuchar, cuántos son ni cuáles canciones van a disfrutar. -¿Agregás una intención testimonial y social e incluso política en este disco? -Con los Caballeros de la Quema también hice letras que tenían que ver con una especie de foto que uno le sacaba a lo real, pero en este caso tenemos dos o tres canciones que están escritas en medio del derrumbe del país. Esas canciones son como sacar la nariz afuera y ver qué está pasando, son pequeñas autopsias de la realidad. -¿Le tenés fe a "Argentinamente"? -"Argentinamente" está escrita en primera persona del plural, a modo de un nostra culpa. El tema no lleva una intencionalidad en especial y dependerá del valor que le de la gente y cuan amiga se haga de ella. -¿Qué nuevos desafíos implica una banda solista? -Como el cantante de los Caballeros tenía la responsabilidad sobre las letras, la música la hacían otros. Y cuando me encontré solo, con la necesidad de crear una canción completa, descubrí mis propias torpezas musicales. -¿Fue importante el armado de la banda? -Con lo que sé puedo hacer algunas canciones, pero convengamos que lo más sensato fue rodearme de muy buenos músicos, los cuales son una invitación a ser menos egocéntrico, menos autosuficiente. -La banda es muy joven, ¿por qué? -Vale mucho acercarse a los pibes, tienen mucho talento, algunos años menos que yo y hambre de gol, todavía no se profesionalizaron demasiado y tienen muchas cosquillas cuando tocan. -¿Cómo es tu modo de escribir canciones? -En las canciones hablo del mismo modo que con mis amigos, con el fútbol, en mi casa. Trabajar de solista te da la posibilidad de ser mucho más autobiográfico y eso me gusta. Siempre se trata de hacer canciones, antes y ahora. Y siempre se trata de hacer la gimnasia necesaria para que las cosas surjan, porque no es cuestión de iluminarse creativamente, se trata de ponerse con la guitarra y una lapicera todos los días un rato. -¿No es una cuestión de fuentes de inspiración? -Pueden existir épocas más prolíficas que otras, pero no es cierto eso de "no tengo más nada para escribir", a larga las cosas salen. Este es un trabajo, el arquitecto construye casas, el médico cura a los pacientes y no lo hacen solamente cuando están especialmente iluminados. En mi caso, me planteo escribir un disco por año, salvo que me quede seco de creatividad. - ¿Buscaste hacer un disco básicamente de canciones? -Me gustó hacer un disco con canciones simples, que se puedan tocar con una guitarra criolla y punto. Son canciones, pequeñas canciones. -Las letras no parecen pequeñas, en algunos son frondosas, extendidas. -Ese es el terreno donde me manejo mejor. Cuando me siento a escribir trato de estar despabilado, de tener muchos estímulos. Estar atento a lo que ocurre alrededor y leer, sobre todo leer. Que es el único camino para después escribir algo interesante. -Tenés nuevo status como músico solista, tenés nuevo estado civil, estás por cumplir 35 años: ¿Ahora sos un hombre adulto que sentó cabeza? -Nunca fui un rockero escandaloso, más allá de cierto tratamiento mediático y de instalación de imágenes, en el sentido de rock igual a desorden, nocturnidad y descontrol. Yo me estoy acercando a un momento de la vida donde me aparecen otras preocupaciones, otros gustos. Si bien conservo mis rasgos esenciales, estoy más sereno a la hora de analizar algunas cosas. -¿"Preguntas equivocadas" es la ruta precisa para comunicar este nuevo momento? -El disco se parece bastante a mí, es el resultado de un buceo por mi propia intimidad en esta etapa. Estoy más curioso y a la vez más sedentario, salgo menos. -¿Cuando un rockero no sale de noche, es porque se volvió un burgués aburrido? -Siempre se corre el riesgo de aburguesarse, pero no tiene nada ver con salir o no de noche. Para cualquier artista, siempre está el riesgo de "apolillarte" por desuso, pero es una cuestión de acción y reacción. Es la vida. -¿Como letrista y músico de rock, podés componer a las 10 de la mañana? -Estoy más quieto y salgo menos de noche, pero escucho más a la gente y leo cosas que antes no leía. Si alguien cree que la nocturnidad es la única fuente de inspiración de un músico, estamos hablando de una caricatura, de algo patético. -La vida que hiciste a los 20 y pico ya no es más tu vida... -Hacer a los 35 años la vida que hacía a los 20... por lo menos es difícil. Y también patético. Ahora llegué a otra estación, y estoy indagando qué de nuevo me propone la vida en esta etapa.
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